Dos años después de la capitalización de la empresa Petrobras, los inversores tienen pocos motivos para festejar. Con una base accionaria que creció 48%, el valor de mercado de la petrolera estatal es ahora de R$ 303.000 millones, R$ 66.000 millones menos que el 27 de septiembre de 2010, cuando se lanzaron los papeles en la bolsa.
Para que Petrobras pueda recuperar su valor más alto de mercado histórico, del día 21 de mayo de 2008, de R$ 510.000 millones, las acciones preferenciales precisan subir 53% a partir del nivel actual y las ordinarias, 80%.
Para los accionistas, la distancia es más grande. Los papeles preferenciales acumulan una caída de 19% desde el 31 de agosto de 2009, cuando se anunció la mega-oferta, mientras las acciones ordinarias se desvalorizaron 31% en el mismo período.
Desde el día en que volvieron al mercado, después de la capitalización, la baja es más amena: de 7% para las acciones preferenciales, más líquidas y sin derecho a voto, y de 15% para las ordinarias.
La desvalorización también preocupa si se considera que la perspectiva de producción de más de un millón de barriles por día en el pre-sal a partir de 2017 está, al menos parcialmente, incorporada al precio de la acción.
Somos conocidos como los descubridores de reservas en áreas profundas más grandes del mundo, comentó la presidenta de Petrobras, Maria das Gracas Foster, la semana pasada, en la Cámara de Diputados.
La estatal brasileña notificó 63 hallazgos en el pre-sal y tiene otros 189 descubrimientos en otras áreas, según Foster. El potencial recuperable totaliza 31.500 millones de barriles de petróleo equivalente.
En términos de reservas, ninguna otra compañía mundial posee nada parecido a Petrobras, afirmó Mauro Rodrigues da Cunha, presidente de la Asociación de Inversores en el Mercado de Capitales (Amec).
Las acumulaciones en la camada rocosa de siete mil metros de profundidad, que ocupa una franja de 800 km desde el litoral de Santa Catarina hasta Espírito Santo, representan un tercio de los hallazgos de petróleo que se hicieron alrededor del mundo en los últimos cinco años.
Actualmente, el petróleo que se extrae del pre-sal corresponde a 5% de la producción de la compañía, equivalente a 192.000 barriles por día, pero responderá por 31% del total en 2016, informó Petrobras en un panel en Rio Oil y Gas.
Para aumentar la producción, el plan actual de inversiones, que se revisa anualmente, prevé desembolsos por u$s 236.500 millones entre este año y 2016. Las inversiones son 5,2% superiores al proyecto que iba de 2012 a 2015, pero cayeron las metas de producción de petróleo y gas. Petrobras espera extraer 3,3 millones de barriles de petróleo equivalente por día en 2016, 18% menos que los 4 millones de barriles diarios previstos para 2015.
Foster dijo que la empresa aprendió algunas lecciones" y que el nuevo plan es más realista que los anteriores. Pero un informe de Generación Futuro sugiere cuestionarse si el tamaño no sería más pequeño en caso de que la empresa no fuera controlada por el gobierno.
Los temores de que Petrobras mantenga su plan de inversiones inalterado, independientemente del escenario económico y sectorial, como la situación financiera de la empresa, perjudican el valor de las acciones de la estatal en la Bovespa, dijo la correctora.
El perjuicio a los inversores nace con la capitalización y sigue en otros temas, como pérdidas financieras y de credibilidad, notó Rodrigues da Cunha. El desfasaje en el repaso de los precios de productos refinados, el estancamiento de la producción e inversiones más altas de lo que se imaginaba alejaron inversores, que hace algunos años reconocían en Brasil una gran oportunidad.
Al mismo tiempo, la intervención del gobierno, que utilizó la capitalización para aumentar la propia participación en la estatal -y que continua interfiriendo en políticas de precios de derivados, por ejemplo--, perjudica a extranjeros y minoritarios, al diluir su participación y alejarlos de las principales decisiones de la compañía.
Un ejemplo de politización del sector es la construcción de la refinería de Abreu Lima. Proyectada para refinar también el petróleo de Venezuela, hasta hoy no recibió las inversiones del país vecino. Mientras tanto, Petrobras bancó sola el proyecto, cuyo presupuesto previsto en u$s 2.300 millones pasó a más de u$s 20.000 millones.
Mientras las acciones de la estatal de petróleo brasileña patinan, los papeles de las petroleras estadounidenses ExxonMobil y Chevron, que actúan en el país y poseen participaciones en bloques de pre-sal en Brasil -ExxonMobil abandonó el único bloque que tenía en la Cuenca de Santos en abril, después de encontrar un pozo seco y dos con petróleo--, avanzan 55% en dos años, en la cotización en dólares. Los papeles preferenciales de Petrobras, en dólares, cayeron 21,5% en el mismo período.
El fondo del índice SPDR S&P Oil & Gas Exploration & Production, que compila el retorno al accionista de las principales petroleras mundiales, avanza 56% desde el primer anuncio de capitalización y 32,8% desde que estrenaran los nuevos papeles en el mercado, el 27 de septiembre de 2010. El desempeño revela el peso de los problemas de credibilidad de la estatal en relación a las otras compañías del sector.
Los perjuicios se extienden al Ibovespa. La acción preferencial de Petrobras, en la actual cartera, ocupa el segundo lugar por su peso en la composición del índice, de 8,22%, detrás solamente de la de Vale, cuyo peso es de 9,13%. Cuando se estrenaron las acciones de capitalización, la petrolera tenía un peso mayor en el Ibovespa, de 9,77%. La cartera se revisa trimestralmente. El principal índice de la bolsa brasileña retrocede 7% desde septiembre de 2009, y cae 11,3% en relación a dos años antes.
Petrobras recaudó R$ 120.360 millones con la emisión de 4.270 millones de acciones. Y volvió al mercado de deuda varias veces después, para financiar sus proyectos.
La petrolera no respondió al pedido de entrevista que le hizo Valor hasta el cierre de esta nota.
(Colaboró Fernando Torres)