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A la hora de planificar una escapada dentro de España, las posibilidades son muchas. Entre las ciudades vibrantes y costas soleadas, las montañas majestuosas y los encantadores pueblos rurales, cada región ofrece su propia mezcla de cultura, historia y belleza natural.

Entre las opciones que ofrece Castilla y León, una de las ciudades que más destaca es Miranda de Ebro. Este hermoso lugar proporciona a los visitantes la posibilidad de conocer más sobre la España de ayer, disfrutando de sus espacios y su deliciosa gastronomía.

Dónde queda Miranda de Ebro

Miranda de Ebro se encuentra en el norte de España, en la provincia castellana de Burgos, cerca de la frontera con el País Vasco y La Rioja. La ciudad está situada en la confluencia de los ríos Ebro, Bayas y Zadorra, lo que ha contribuido a su importancia histórica como cruce de caminos y lugar de paso.

Qué hacer en Miranda de Ebro

Plaza de España

Esta Plaza Mayor cobra protagonismo como el epicentro del casco histórico y es punto de inicio ideal para cualquier itinerario turístico por la ciudad. Aunque Miranda de Ebro es una urbe moderna, con diversidad de zonas verdes y avenidas espaciosas, esta plaza ancestral conserva su encanto inigualable.

No es solo un atractivo para visitantes, sino también un lugar de reunión para los habitantes y epicentro de una multitud de eventos y festividades a lo largo del año. También alberga relevantes obras arquitectónicas que no pueden pasar desapercibidas, tales como el Ayuntamiento, la Casa de las Cadenas y la Casa de los Urbina.

Puente Carlos III

Con una longitud de 106 metros y una anchura cercana a los 10 metros, este monumento es uno de los iconos más representativos de la ciudad, uniendo las riberas de Aquende y Allende. Es uno de los cruces más relevantes del río Ebro, por donde históricamente se ha gestionado el transporte de mercancías a lo largo del norte de España.

Construido en 1777, este puente reemplaza a una estructura medieval del siglo XII que fue arrasada por una riada en 1775. Este puente también actúa como nexo de unión entre la zona antigua y la parte más moderna de la ciudad.

La Casa de las Cadenas

Ubicado en la Plaza Mayor de Miranda de Ebro, este palacete del siglo XVI perteneció en sus orígenes a la familia Gil Delgado, más tarde reconocida como Duques. Su nombre original es la Casa-Palacio de los Condes de Berberana.

El lugar tiene un indudable interés histórico en Miranda de Ebro, no solo por haber sido residencia de los mencionados duques, sino también por haber alojado a personalidades destacadas como Napoleón Bonaparte y el rey Fernando VII de España.

El nombre popular, "La Casa de las Cadenas", se debe a las cadenas de hierro que adornan la fachada. Se cuenta que fueron colocadas por orden del rey Fernando VII en recuerdo a su estancia en 1828.

Lo más interesante de esta casa señorial es que mantiene intacta su fachada y estructura original del siglo XVI. A primera vista, puede parecer una construcción sencilla, pero la verdad es que guarda en su interior una gran cantidad de historia de la ciudad.

Teatro Apolo

Situado en pleno corazón del centro histórico se halla el teatro principal de la ciudad, un edificio de estilo neoclásico que reviste una importancia histórica significativa para Miranda de Ebro.

La construcción del Teatro Apolo data de 1921, y se mantuvo en desuso durante largo tiempo. En 2010 se emprendieron labores de rehabilitación y finalmente, cinco años después, sus puertas se abrieron de nuevo al público. En la actualidad, es uno de los espacios culturales más relevantes de la ciudad, ofreciendo una programación variada de espectáculos.

Castillo de Miranda de Ebro

Aunque la edificación original data del siglo XIV, este castillo ha sufrido varias modificaciones a lo largo de los años. En sus orígenes fue una iglesia fortificada. Situada en el cerro la Picota, domina el casco antiguo y el curso del río Ebro, ofreciendo unas vistas panorámicas de la ciudad.

En 1897, el edificio fue adquirido por el Ayuntamiento de Miranda y en 1949 fue declarado Bien de Interés Cultural. En la actualidad, el castillo se encuentra en proceso de restauración y es uno de los puntos de interés más destacados en Miranda de Ebro.

Gastronomía

La cocina de Miranda de Ebro ha sido influenciada por elementos de la gastronomía castellana, riojana y vasca. Su producto más reconocido es la morcilla, especialmente una variedad conocida como "delgadilla", elaborada con sangre fresca de cerdo, arroz cocido, pimienta negra, nuez moscada, clavos de olor, comino, canela y manteca de cerdo.

También se pueden probar algunos de los platos típicos de la cocina de la provincia de Burgos, como la olla podrida o el lechazo. En cuanto a postres, se destaca el pastel Gosúa, elaborado con nata, crema y caramelo.

En cuanto a bebidas, recientemente se ha recuperado la elaboración del chacolí mirandés, vino blanco elaborado a partir de uvas de la variedad Courbu. En Semana Santa también es tradición la preparación del zurracapote, una bebida dulce elaborada con vino (por lo general tinto) y frutas.

Cómo llegar a Miranda de Ebro

Desde Burgos

Tomar la BU-11 y continuar por la AP-1 hasta la salida 74. Continuar por Ctra. Bilbao/BU-535 y luego tomar Ctra. Madrid-Irún/N-I y C. Rda. del Ferrocarril hacia C. Ramón y Cajal en Miranda de Ebro. La distancia entre ambas ciudades es de 85 km y el tiempo de viaje es aproximadamente una hora.

Desde Vitoria-Gasteiz

Acceder a la E-5/A-1 desde Arriagako Atea Kalea, Juan de Garay Kalea y Portal de Foronda Kalea/N-622. Incorporarse a la E-5/A-1 y continuar por N-I. Toma C. Rda. del Ferrocarril hacia C. Ramón y Cajal en Miranda de Ebro. El trayecto de 41 km se recorre en alrededor de 40 minutos.

Desde Bilbao

Acceder a la E-70/A-8 desde Calle Gral. Concha y N-634. Seguir por la AP-68 hacia Miranda de Ebro Errepidea y continuar hasta la salida 8. Continuar por la A-2120, BU-740 y C. Rda. del Ferrocarril hacia C. Ramón y Cajal en Miranda de Ebro. Son 84 km de distancia y el recorrido se puede hacer en alrededor de una hora.