

Las escapadasde la rutina diaria son muy necesarias para despejar y alejarse de la vida cotidiana por unas horas. Recorrer los lugares más recónditos y extraordinarios del país para disfrutar de una salida familiar es una oportunidad que no se puede rechazar.
España cuenta con diferentes pueblos y puntos turísticos que son una gran ocasión para descansar durante las vacaciones o, simplemente, un fin de semana. Algunos puntos están mejores vistos que otros, sea por su encanto u otra particularidad que lo vuelve especial.
En la Comunidad Autónoma de Cantabria se encuentra uno de los pueblos más antiguos de España y, también, de los más bonitos de la Península que cuenta con una característica que lo hace único y un destino que debes visitar sí o sí en una escapada.
Escapada: el pueblito medieval a 2 horas de Gijón en el que no se puede andar en auto
Se trata del pequeño pueblo medieval conocido como Bárcena Mayor, enclavado en el Valle de Cabuérniga, al borde del río Argoza, que comunicaba hace tiempo al valle del Saja con Castilla; cuyo origen data en el siglo IX y en los mapas actuales solo aparece como un rectángulo de casas apiñadas.

Flanqueado por pequeñas colinas, este paraíso rural fue declarado Conjunto Histórico en 1979 y cuenta con un centenar de habitantes. Aún conserva su arquitectura montañesca, en las que durante la escapada se pueden ver sus casas de piedra con balcones de madera y flores de colores.
Uno de los sitios más visitados del lugar es la Iglesia de Santa María, al ser que aún conserva su arquitectura que data del siglo XVIII, y suele tener horarios acotados para conocerla. Sin embargo, su principal atracción tiene que ver con la nula posibilidad de recorrer el lugar en automóvil.
Pueblo medieval cerca de Gijón: ¿Por qué no se puede andar en auto?
A Bárcena Mayor se puede llegar en coche y el GPS será de gran ayuda, pero deberás dejar de lado estas herramientas una vez que llegues a la entrada. En este pueblo medieval ideal para una escapadano se puede andar en auto: se tiene que dejar en el parking municipal.

Este lugar es un auténtico refugio rural. Cuenta con dos calles, que conforman su único barrio, y están unidas entre sí. El suelo empedrado impide el paso de los autos, salvo para los pocos lugareños, y es una medida para mantener la tradición del pueblo tal cual fue construido.














