¿Quién no ha pensado, luego de una buena comida, en echarse una siesta de unos minutos?
Esto fue lo que tuvieron en mente los dueños del restaurante Lobster Roll, en Barcelona. El lugar ofrece a los comensales literas, para poder disfrutar de la gastronomía y luego descansar sin pudores.
Luego de disfrutar de un roll de marisco, el plato estrella de la casa, un cliente puede optar por la posibilidad de descansar una hora en un cubículo acolchado, especialmente preparado para el uso individual.
Este plato distintivo y delicioso cuesta entre 8 y 12 euros y permite, sin agregar un solo centavo, acceder a este original beneficio.
Cómo funciona Lobster Roll, el restaurante en el que se puede dormir la siesta
Cuando los dueños del local lo adquirieron, el lugar ya contaba con los cubículos que funcionan como literas, dado que inicialmente habían formado parte de una idea similar, un café donde poder descansar.
Se llamaba"Nappuccino". Por ese motivo, decidieron conservar la idea y le asignaron a este rincón el nombre en tributo al café predecesor. "Nappuccino corner", se lee en varios carteles.
El funcionamiento es simple. Consumiendo un Lobster Roll, el cliente tiene derecho a una hora de siesta en la cabina. Si hay sitio, ya que se coge turno por orden de llegada, solo tiene que entrar, estirarse, bajar la persiana de tela que cubre la litera y regular la luz.
El restaurante fue inaugurado en junio y ya es todo un éxito. "Con los propietarios de Nappuccino nos llevamos muy bien y hemos hecho con ellos la primera franquicia en España, somos los primeros. Los turistas lo suelen aprovechar mucho para descansar", comentó Xiaoyong Chi, encargado de este curioso local a la agencia EFE.
En dónde queda Lobster Roll, el restaurante en el que se puede dormir siesta
El restaurante está ubicado en la Calle Muntaner, 22. Se especializa en bocadillos de gamba.
Desde su apertura hasta ahora, ha ganado su clientela. Incluso muchos lo han cogido como costumbre, como sucede con trabajadores de oficinas cercanas, sobre todo, los que viven fuera de la ciudad y madrugan para ir a la oficina. Es común que coman y luego se echen una reconfortante siesta.