La guerra en Ucrania sigue marcando la agenda internacional y poniendo a prueba la unidad de Occidente frente al Kremlin. Desde el inicio de la invasión rusa, la presión política, económica y militar ha sido el principal mecanismo para tratar de contener la ofensiva de Vladímir Putin.
En este contexto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha vuelto a decirle a la comunidad internacional que no se puede aflojar la presión sobre Moscú.
Así lo expresó durante la reunión de la Coalición de Voluntarios por Ucrania, celebrada en París, donde insistió en que cualquier acuerdo de paz debe contar con el respaldo de los propios ucranianos.
Una intervención marcada por la avería de su avión
Aunque estaba previsto que Sánchez participara de forma presencial, una avería en el avión de la Fuerza Aérea Española obligó a su regreso a Madrid. Finalmente, intervino de manera telemática ante una veintena de jefes de Estado y de Gobierno reunidos en la capital francesa.
Según informó Moncloa, Sánchez remarcó que "no puede haber acuerdo sobre Ucrania sin la participación de los propios ucranianos" y recordó que Europa debe hablar con una sola voz para garantizar su seguridad.
La reunión congregó a 35 países, entre ellos Estados Unidos, Reino Unido y, de forma destacada, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que participó en persona.
Apoyos internacionales y unidad occidental
El encuentro tuvo un formato híbrido y contó también con intervenciones virtuales del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y del primer ministro británico, Keir Starmer. Sánchez se había reunido con este último en Londres un día antes, para sellar un acuerdo de cooperación bilateral en materia económica y de seguridad.
El objetivo central de la coalición es examinar los avances en materia de garantías de seguridad para Ucrania y diseñar una estrategia común frente a Rusia, que continúa rechazando las propuestas de alto el fuego. Para Sánchez, la clave pasa por sostener las sanciones y el respaldo militar a Kiev, sin abrir la puerta a concesiones que debiliten la posición europea.
El papel de España en el conflicto
España, que ha reforzado en los últimos años su perfil en política exterior, busca consolidarse como un actor relevante en la defensa de la seguridad europea.
La postura expresada por Sánchez se alinea con la de otros líderes comunitarios, que consideran que cualquier relajación en la presión sobre Rusia supondría un riesgo no solo para Ucrania, sino para la estabilidad del continente.
El presidente español reiteró que la paz justa y duradera solo será posible si se mantiene la firmeza frente a Moscú y si se respeta la soberanía ucraniana. En ese sentido, insistió en que Europa no puede discutir su futuro de espaldas a los ciudadanos ucranianos ni europeos.