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Los smartphones hoy funcionan casi como una extensión de nuestro cuerpo y mente, debido a que nos ayudan a resolver muchas cuestiones de la vida diaria con funciones y aplicaciones. Sin embargo, hace no tantos años, los teléfonos móviles eran muy diferentes.

Aquellos móviles solo servían para llamar y mandar mensajes SMS y, algo difícil de olvidar para los nostálgicos, también para jugar al snike.

Muchas personas recordarán al Nokia 3310 como uno de los teléfonos más populares en los 2000. Por estos días, su nombre ha vuelto a sonar en las redes, por un motivo muy particular: se usaría para robar coches.

El polémico nuevo uso del Nokia 3310

Un vídeo viral involucra a este móvil, de los más representativos del comienzo de la década de los 2000, el Nokia 3310, en una maniobra para robar coches.

En el clip que circula por redes parece fácil: con un simple cable USB y este teléfono, se puede encender el vehículo.

En Estados Unidos comenzaron a percatarse del uso de este móvil con fines sospechosos, la Policía inició una investigación y se dieron cuenta de lo que estaba ocurriendo.

Según se dice, el teléfono dispone de un USB que permite crear una conexión con los coches muy potente y con ello manejarlos según se considere.

El valor del Nokia 3310, por las nubes

Actualmente el precio del Nokia 3310 ha subido a un nivel desorbitado, se vende desde 2500 euros o, incluso, 18.000 euros, en sitios web. Antes costaba 10 euros y se vendía como "recuerdo" y hasta por valor nostálgico.

Ahora es una herramienta maliciosa. El aparato se vende por Telegram, Wallapop u otras plataformas. Quienes lo venden lo anuncian como un elemento para cerrajeros que lo necesiten en casos de "Emergencia".