La ley Sahm, desarrollada por Claudia Sahm, economista que trabajó en la Reserva Federal y en el Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, es un indicador económico que predice recesiones basándose en el mercado laboral.
Según esta regla, una economía está entrando en recesión cuando la tasa de desempleo aumenta al menos 0,5 puntos porcentuales por encima de su nivel más bajo en los últimos 12 meses.
Cómo funciona la ley Sahm
El mecanismo de la ley Sahm es sencillo: compara la tasa de desempleo actual con el promedio de la tasa de desempleo más baja en los últimos 12 meses. Si la diferencia es de 0,5 puntos porcentuales o más, indica que la economía está entrando en recesión. Esta regla se basa en la premisa de que un aumento significativo en el desempleo es un síntoma claro de una contracción económica inminente.
La precisión de esta regla ha sido notable, y de hecho acertó en 10 de las 11 recesiones en los Estados Unidos desde 1953. Sin embargo, su aplicación no es infalible y puede no ser tan efectiva en contextos económicos atípicos, como los causados por la pandemia de COVID-19.
Señales actuales y perspectivas a futuro
Los datos recientes han activado las alarmas de la ley Sahm. Según el informe de empleo de julio de 2024, la tasa de desempleo alcanzó el 4,3%, un aumento significativo desde su mínimo reciente de 3,5%. Esta diferencia de 0,8 puntos porcentuales sugiere que la economía estadounidense podría estar entrando en una recesión, lo que ha generado preocupación a escala global.
Los mercados financieros han reaccionado con nerviosismo ante estas señales. La posibilidad de una recesión en Estados Unidos, sumada a los problemas económicos en otras regiones, como la desaceleración del crecimiento en China y las dificultades económicas en Europa, refuerza la perspectiva de una recesión global en 2024.
Opiniones y medidas posibles
Aunque la ley Sahm indica una posible recesión, no todos los economistas están convencidos de que sea inevitable. La mismísima Claudia Sahm ha señalado que, aunque la situación es preocupante, todavía hay margen para que los responsables de las políticas económicas tomen medidas preventivas, como la reducción de tasas de interés, para evitar una contracción severa.
La ley Sahm ha demostrado ser una herramienta útil para prever recesiones, pero su efectividad en un contexto económico tan volátil como el actual está en discusión. A medida que los responsables políticos y los inversores monitorean de cerca los indicadores económicos, las próximas decisiones serán cruciales para determinar si el mundo se dirige hacia una recesión en 2024.