

Desde hace semanas, un grupo de conductores de Tesla en Francia ha iniciado acciones legales contra la compañía. Alegan que el vínculo creciente con ideas de extrema derecha y las declaraciones de Elon Musk han deteriorado la imagen del vehículo, al punto de que "ya no les da felicidad conducirlos".
Según el bufete GKA, que representa a alrededor de diez clientes, estos se sienten "traicionados" por una marca que compraron por su tecnicidad y su compromiso ecológico. Ahora, los vehículos se consideran símbolos políticos, lo que ha escalado a un nivel insostenible para ellos.
Demandan el reembolso por incumplimiento del "disfrute pacífico" del vehículo
Los demandantes -de acuerdo a lo informado por Reuters- basan su reclamación en el artículo 725 del Código Civil francés, que exige al vendedor garantizar un uso pacífico del bien. Con el auge del vandalismo, comentarios de odio y hurtos dirigidos a Tesla, estos usuarios aseguran que ya no pueden disfrutar el coche como antes.

Además de solicitar la resolución de los contratos de leasing o financiación, también piden el reembolso del importe abonado y compensaciones por los daños. Algunos casos han llegado a incluir ataques como pintadas con esvásticas y quema de concesionarios.
El factor político: de la tecnología verde al estigma ideológico
El declive de reputación de Tesla en Europa parece estar relacionado con la militancia pública de Musk. Su apoyo a Donald Trump y al partido AfD en Alemania ha reforzado la sensación de que sus coches "hablan" de política.
En una rueda de prensa, los abogados calificaron los automóviles como "tótems de extrema derecha" en la percepción del público, lo que ha disparado los índices de vandalismo, insultos y recelo hacia los conductores.
Vandalismo y caída de ventas: el impacto real en la calle
No son solo palabras: los casos de coches quemados en concesionarios, agresiones a propietarios y la tipificación de Tesla como marca no neutral están pasando factura. Según The Connexion, la destrucción de modelos en Toulouse y otros puntos del país ha sido significativa.
En mayo, las ventas de Tesla en Francia cayeron un 67%, la baja más pronunciada del continente. A esto se suma un desplome de hasta el 40% en los precios de reventa en plataformas como Leboncoin.

Qué significa este juicio para Musk y para Tesla en Europa
Esta demanda representa un precedente legal: si prospera, podría obligar a Tesla a reembolsardinero a clientes y rescindir contratos, un golpe relevante para su estrategia en el continente.
El veredicto del Tribunal de Comercio de París podría marcar un punto de inflexión en la relación entre el activismo político de un CEO y la percepción pública de su producto. Si los demandantes triunfan, la pregunta será inevitable: ¿puede la ideología asociada a una marca justificar legalmente una devolución?
















