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El Gobierno español ha oficializado una significativa mejora salarial para las Fuerzas Armadas. La medida, enmarcada en el Real Decreto 248/2025, responde a la creciente presión internacional y a las exigencias presupuestarias en materia de Defensa.

A pesar de no contar aún con los Presupuestos Generales del Estado, se ha concretado una inversión de 400 millones de euros destinada a mejorar los ingresos mensuales del personal militar.

La decisión no se da en el vacío. El retorno de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y sus cuestionamientos sobre el rol de la OTAN han reactivado el debate sobre la necesidad de fortalecer la seguridad europea. En este contexto, el Gobierno español ha decidido avanzar en una estrategia de rearme que incluye una mejora salarial y el aumento de tropas activas.

¿En qué consiste la subida y cuándo se aplica?

La nueva escala retributiva supone un incremento generalizado de 200 euros brutos mensuales para todos los efectivos militares. Además, se mantiene el incentivo de 100 euros mensuales para tropa y marinería, lo que eleva la mejora total a 300 euros en esos casos.

El aumento se aplicará con carácter retroactivo desde el 1 de enero de 2025, lo que impactará positivamente en el salario anual de todo el personal.

Los soldados, una vez terminado su período de formación, percibirán entre 1350 y 1400 euros netos al mes. Por su parte, los sargentos y tenientes podrán alcanzar entre 1800 y 2300 euros netos mensuales. Las cifras se incrementan aún más en unidades ubicadas fuera de la península o cuando se asigna el complemento por dedicación especial.

¿Es el reconocimiento suficiente frente al riesgo que implica ser militar?

Aunque en la práctica los militares enfrentan tareas de alta peligrosidad, la legislación española todavía no los considera formalmente como una profesión de riesgo.

La participación en misiones internacionales, el manejo de armamento pesado y las exigencias del entrenamiento cotidiano refuerzan el carácter riesgoso de su labor, pero esto no se traduce en una categoría legal que los proteja o compense específicamente.

En febrero, la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados aprobó una iniciativa para reconocer oficialmente a las Fuerzas Armadas como profesión de riesgo. La propuesta no contó con el apoyo del Gobierno y, al tratarse de una proposición no vinculante, no tuvo efectos prácticos.

La mejora salarial representa un avance, pero deja abierta la discusión sobre el verdadero reconocimiento institucional al rol que cumplen los militares en el actual escenario internacional.