

Había una vieja canción infantil, escrita por un cantautor argentino y popularizada en España por el grupo musical Canticuentos, que decía que "el viajar es un placer". Mucha razón tenía este letrista al pensar en que los seres humanos buscan, cuando emprenden un viaje, el pasarla lo mejor posible.
Una de las maneras de bajar la ansiedad que provoca un viaje de avión es salir de la cabina con la maleta a cuesta, y así no tener que pasar largos minutos de incertidumbre hasta que esta aparezca por la cinta transportadora. Lo mejor es, siempre que se pueda, llevarlo con uno. Todos conocen casos de maletas extraviadas o dañadas durante el viaje.

Pero, como todo viajero avezado sabe, llevar el equipaje encima -sin despacharlo- no siempre es posible: hay ocasiones en que las maletas son demasiado grandes. Si esto es a propósito, no hay problema. Otras veces, la sorpresa le llega al turista en el aeropuerto, cuando en el mostrador se indica que las medidas de la maleta no son las correctas y, por lo tanto, tendrá que ser despachada.
Por esto, a continuación, te dejamos una serie de consejos para saber, de antemano, con seguridad y sin necesidad de comprar nada, si tu equipaje pasará el control para lograr llevarlo en la cabina.
Por qué es importante medir el equipaje de mano y cómo hacerlo sin gastar de más
Cada aerolínea tiene diferentes límites para las maletas que puedes llevar en los compartimentos superiores del avión. Si tu equipaje supera estas medidas, es probable que te exijan despacharlo a la bodega del avión. Esto implica algunas demoras -antes y después de volar-, costos adicionales y dolores de cabeza.
Cómo medir el equipaje en casa sin comprar nada extra
Necesitarás una cinta métrica o, en caso de no disponer de una, hojas A4 o algún otro artículo del cual conozcas o puedas deducir sus medidas; y dos superficies planas, que pueden ser el piso y una pared libre.
Para medir el largo, apoya tu maleta contra la pared, de manera vertical, y mide desde la base hasta la parte más alta. No te olvidéis de incluir ruedas, asas y bolsillos externos, pues en ocasiones las aerolíneas son muy quisquillosas en este sentido -como sucede con Ryanair, que les da un bono a sus empleados por cada equipaje rechazado-.
Sigue el ancho. Con la maleta bien firme contra la pared, haz la medición de un costado al otro por su parte más ancha. Finalmente, debes medir la profundidad: asegúrate de medir hasta los bolsillos que sobresalen, porque si no los empleados de las aerolíneas lo harán por ti.
Ahora debes sumar los tres valores (largo, ancho y profundidad) y comparar con los máximos permitidos por la aerolínea que vas a usar.

Qué hacer si no hay una cinta métrica en casa: debes usar objetos cuya longitud te es conocida. Por ejemplo, una hoja tamaño A4 mide 29,7 x 21 cm), una regla escolar que toda familia con hijos tiene, ladrillos, tablas u otros elementos de tamaño conocido.
Con la hoja A4, lo que tienes que hacer es cuantas hojas entran dentro del largo, ancho y profundidad de las maletas y luego hacer una simple suma o multiplicación.
Dos consejos extra: medir el equipaje cuando está cargado, porque cuando lo llenamos, este se deforma un poco y puede cambiar ligeramente su tamaño. Además, conviene revisar la política de equipaje de la aerolínea en la que vais a viajar unos días antes para leer la letra chica.












