En los pueblos pequeños, el bar es un lugar de encuentro, convivencia y ocio que da vida a la comunidad. Por eso el Ayuntamiento de Coca de Alba, en Salamanca, ha lanzado una propuesta llamativa: arrendar su bar municipal por un euro al año.
El local, de 200 metros cuadrados y reformado recientemente con ayuda de la Diputación de Salamanca, está equipado con cocina, mobiliario y hasta una pantalla para proyecciones.
Para acceder a esta oferta, la alcaldía exige una condición inamovible: que el adjudicatario se comprometa a abrirlo, al menos, los fines de semana.
Una oferta que busca nuevos vecinos para el pueblo
Otra de las condiciones es que el futuro gestor se empadrone en el municipio. Según explica la alcaldesa Dori Vicente Ciudad, en declaraciones a La Gaceta de Salamanca, "queremos gente que atraiga gente y que se quede en el pueblo".
Tras ayudar con las obras de renovación del bar, el Ayuntamiento espera dar con una persona o familia que lo gestione de manera estable y contribuya a mantener vivo el pueblo.
Otros pueblos también apuestan por bares a precio simbólico
El caso de Coca de Alba forma parte de una tendencia que se extiende por la provincia. En Zorita de la Frontera, el alquiler del bar municipal cuesta poco más de cien euros al año y el Ayuntamiento estudia instalar placas solares para abaratar la factura de la luz.
Lo mismo ocurre en Cantaracillo, Villaflores, Sepulcro Hilario, Alberguería de Argañán, Villagonzalo de Tormes o Arabayona de Mógica, donde se ofrecen ayudas fiscales, subvenciones o alquileres simbólicos para salvar el único bar del pueblo. En palabras de la alcaldesa, "estos espacios son imprescindibles para que los vecinos tengan vida y sigan relacionándose".
Más que un negocio, un proyecto social para la comunidad
Quien asuma el reto no solo deberá levantar la persiana cada fin de semana. La expectativa es que el bar sea también un motor social y cultural. El local incluye un pequeño escenario que podría albergar teatro o música en directo. "El bar no es solo para servir cafés o cañas; es un espacio que debe ayudar a dinamizar el municipio", señala la alcaldesa.
Para Coca de Alba, recuperar el bar es una cuestión de supervivencia comunitaria. En la llamada España vaciada, mantener un espacio abierto puede marcar la diferencia entre un pueblo en declive y uno con futuro.
Como indica Dori Vicente Ciudad: "Es imprescindible que el bar esté abierto para que el pueblo tenga vida".