

Portugal firmó un acuerdo estratégico con Lockheed Martin, la reconocida empresa estadounidense fabricante de los cazas F-35 Lightning II. Este acuerdo tiene como objetivo explorar posibles colaboraciones dentro de la industria de defensa del país luso, centrándose en el desarrollo de capacidades locales que podrían incluir la fabricación, el mantenimiento y el soporte logístico del avión caza de quinta generación.
Aunque el gobierno portugués aún no ha tomado una decisión formal sobre la compra de los F-35, este acuerdo demuestra un interés claro por integrarse al programa, lo que podría tener repercusiones en su flota de cazas actuales, los F-16AM/BM Fighting Falcon, que ya han cumplido varias décadas de servicio.

¿Qué implica el acuerdo de Portugal con Lockheed Martin?
El acuerdo firmado por Lockheed Martin con el consorcio industrial portugués tiene como principal objetivo explorar las posibilidades de integrar a las empresas portuguesas en la cadena de suministro del programa F-35.
Este memorando de entendimiento se enfoca en evaluar áreas como la producción local de componentes, el mantenimiento y las capacidades logísticas asociadas a este caza avanzado.
Por el momento, el acuerdo no compromete a Portugal a la compra directa de los F-35. La decisión de adquisición del caza estadounidense sigue siendo un tema abierto, aunque desde 2022 se ha venido evaluando la opción de reemplazar los F-16.

El F-35: un avión de caza de quinta generación clave para la OTAN
El F-35 Lightning II, producido por Lockheed Martin, es uno de los aviones más avanzados y versátiles en el mundo. Con variantes que incluyen el F-35A (despegue convencional), el F-35B (despegue corto y aterrizaje vertical) y el F-35C (versión embarcada), se ha consolidado como el caza furtivo principal de las fuerzas aéreas de la OTAN.
Más de una docena de países, entre los que se encuentran varias naciones europeas como Italia, Noruega, Reino Unido, Países Bajos y Dinamarca, ya operan o tienen contratos firmes para operar estos aviones.












