

Con la llegada del verano, el termómetro se dispara en muchas zonas del país y las altas temperaturas comienzan a dejarse notar en la vida cotidiana. Aunque muchas personas asocian esta época al ocio, las vacaciones y el buen ánimo, lo cierto es que el calor excesivo puede afectar de forma significativa a la salud.
Ante este panorama, pediatras como Lucía Galán insisten en la necesidad de tomar precauciones, especialmente en los grupos más vulnerables como los niños y los adolescentes.
Verano y salud: los efectos del calor en niños y adolescentes
Lucía Galán, pediatra divulgadora en redes sociales con más de un millón de seguidores, ha querido alertar sobre los riesgos que conlleva la exposición prolongada al calor sin las medidas adecuadas. En un reciente post en Instagram, ha compartido consejos concretos para proteger la salud durante los meses más calurosos.

Uno de los problemas más habituales del verano es la dificultad para conciliar el sueño. El exceso de calor durante la noche altera el descanso, lo que repercute en el estado de ánimo y en el rendimiento diario. Pero además, pueden aparecer cuadros más graves como deshidratación, fatiga, problemas cardiovasculares o incluso golpes de calor, una condición que, según advierte Galán, puede llegar a ser mortal: "De un golpe de calor se puede morir".
Entre las recomendaciones de la pediatra se encuentra una que a menudo se da por sentada: ofrecer agua con frecuencia. "Sí, me temo que estos días tienes que ir detrás con la botellita. En el caso de lactancia materna, ofrécele con más frecuencia", indica. También insiste en el uso de gorros para mantener la temperatura corporal estable y evitar exposiciones al sol durante las horas centrales del día, entre las 12 y las 17 horas.
Los adolescentes, un grupo especialmente vulnerable ante el calor
En su mensaje, la pediatra hace especial hincapié en los adolescentes, un grupo que suele minimizar los efectos del calor y asumir conductas de riesgo como realizar actividad física bajo el sol intenso. "Ojo con los adolescentes, que son carne de cañón para golpes de calor cuando deciden salir a correr o a jugar el partido a las dos de la tarde a 40 grados", alerta Galán.

Esta etapa vital se caracteriza por un fuerte deseo de independencia, lo que puede llevar a ignorar advertencias básicas como hidratarse adecuadamente o evitar el deporte al aire libre en horas críticas. La pediatra recuerda que la prevención es clave y que estas decisiones, aparentemente inofensivas, pueden tener consecuencias graves.
Otro aspecto que menciona Galán es el de los carritos cubiertos con muselinas, práctica que considera peligrosa por el riesgo de generar un efecto invernadero en el interior, algo especialmente delicado en el caso de los bebés, que aún no regulan bien su temperatura corporal.












