En esta noticia

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha intensificado la vigilancia en las carreteras españolas con la instalación de nuevos radares camuflados que supervisan una infracción muy común: no detenerse completamente en las señales de ‘stop'.

Estos radares se han instalado en el kilómetro 13,95 de la carretera M-222 en Madrid y en el kilómetro 68,68 de la CM-220 en Cuenca.

Los conductores que pasen por estas zonas deben tener especial cuidado con las señales de ‘stop', ya que el radar está ubicado justo después de ellas. La multa por no detenerse completamente será de 200 euros y se perderán 4 puntos del carnet de conducir.

Estos radares son conocidos como radares 'ninja',y su finalidad es reducir el número de accidentes y controlar mejor las infracciones. Son capaces de sancionar a aquellos conductores que se salten la señalización de ‘stop' sin que se percaten de la presencia del radar.

Nuevos radares "ninja" de la DGT para vigilar los saltos de ‘stop'

Los radares ‘ninja' son de tecnología avanzada. Pueden estar ocultos en señales de tráfico, guardarraíles, motos de la Guardia Civil o incluso trípodes.

Son dispositivos muy discretos y no emiten flash visible, lo que hace que los conductores no se den cuenta de que están siendo vigilados. La tecnología que emplean permite detectar infracciones de forma precisa sin ser identificados, por lo que es más difícil evadir las multas para los infractores.

La nueva medida de la DGT es un recordatorio de la importancia de respetar todas las señales de tráfico, especialmente las de ‘stop', para evitar sanciones.

Los radares camuflados no solo sirven para controlar la velocidad, sino también otras infracciones como la falta de detención ante un stop, lo que contribuye a la seguridad vial y previene accidentes.