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El papa Francisco ha abordado este martes con los obispos españoles en el Vaticano la situación de los seminarios en España, pero no han tratado el tema de los abusos sexuales a menores en la Iglesia, ni el pontífice ha reprochado nada en esta materia a los prelados.

"Ha sido un diálogo cordial y no un tirón de orejas", ha resumido el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el cardenal Juan José Omella, en una rueda de prensa en el Colegio Español de Roma.

El Papa no abordó los abusos en la Iglesia española en su insólita convocatoria de obispos

La reunión en el Vaticano había suscitado una enorme expectación por su carácter insólito, pues los papas rara vez convocan a los episcopados nacionales en pleno, que solo suelen llegar a la Santa Sede en peregrinación "Ad limina" cada cinco años.

Un precedente fue cuando Francisco convocó a todos los obispos de Chile en 2018 y estos acabaron presentando su dimisión en bloque a causa de un espinoso escándalo de encubrimiento de abusos sexuales.

En esta ocasión, llegaron al Vaticano a primera hora de la mañana unos 80 prelados de toda la geografía española, a bordo de tres minibuses, y fueron recibidos a puerta cerrada por el pontífice, en los últimos días aquejado de una "inflamación pulmonar".

La Conferencia Episcopal había avanzado, tranquilizadora, que el motivo de la convocatoria era informar el pontífice de la puesta en marcha del nuevo Plan de Formación de los seminarios españoles, recogido en el documento "Ratio Fundamentalis" de 2016.

Sin embargo, la llamada a filas de Francisco se produce mientras la Iglesia española capea el escándalo de los abusos sexuales.

El pasado octubre, el defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, estimó en un informe que el 1,13 % de los españoles mayores de edad revela que ha sufrido abusos en el ámbito religioso.

Por eso, el episcopado español encargó un informe sobre los abusos al bufete Cremades & Calvo-Sotelo que espera recibir en torno al 14 o 15 de diciembre y del que ya ha recibido un avance de unas 800 páginas.

Pero, finalmente, Francisco no se detuvo a analizar este problema, ni siquiera otros temas como el contexto político español, sino que se centró en la reforma de los centros de formación católicos y en el examen del informe realizado por dos obispos uruguayos sobre la situación de los seminarios en España a principios de año.


En España hay un total de 86 seminarios desperdigados en diversas "casas de formación", de los que 40 son los clásicos, acogiendo a sus propios seminaristas. De ellos, 29 están adscritos a una diócesis y 15 son seminarios "Redemptoris Mater", neocatecumenales.

Se trata de una red formativa que afronta "una compleja realidad", dijo el cardenal Omella.

Por eso, sobre la mesa estuvieron temas como "la formación de los seminarios, la experiencia pastoral, la formación humana, teológica y pastoral" de los candidatos a sacerdotes, así como "la unidad de la formación en un único proceso de cuatro etapas".

Vidal explicó que se trató el modo de formar a los jóvenes en una sociedad "de cambios vertiginosos", aunque también se habló de la baja natalidad y de la acogida de los seminaristas extranjeros que llegan a España, apuntó Omella.

Fuente: EFE