Guadalajara se convierte en un referente internacional para el estudio de los primeros Homo sapiens en la Meseta. El ADN extraído de restos de caballos hallados en el yacimiento paleolítico de España: La Malia en Tamajón, ha permitido identificar a los ejemplares más antiguos del linaje ibérico, vinculados al arte rupestre, según informó el Ayuntamiento de Tamajón.
Los restos corresponden a la octava campaña de excavaciones en el abrigo de La Malia, consolidando el yacimiento como clave para conocer la vida de los cazadores-recolectores que ocuparon el enclave hace entre 36.000 y 25.000 años. "Este hallazgo refuerza el papel del Abrigo de La Malia como referente internacional para el estudio de los primeros Homo sapiens en la Meseta", destacó el Ayuntamiento.
Los investigadores resaltan que este descubrimiento permitirá estudiar la dinámica poblacional del Paleolítico superior en el suroeste de Europa, ampliando el conocimiento sobre la evolución de los caballos y su relación con los humanos.
Excavaciones y ADN antiguo: claves del hallazgo
La campaña de este año estuvo dirigida por Adrián Pablos, de la Universidad Complutense de Madrid, y Nohemi Sala, del CENIEH. Durante las excavaciones se avanzó en los niveles más antiguos del yacimiento, correspondientes al Auriñaciense (hace entre 31.000 y 36.000 años), y se elaboró una carta estratigráfica que servirá de base para futuras investigaciones.
Entre los hallazgos más destacados está el muestreo de ADN antiguo de caballos, que permitió confirmar que los ejemplares de La Malia son los más antiguos del linaje ibérico. "Estos caballos salvajes serían similares a los que fueron representados en las pinturas rupestres del Paleolítico superior", precisó el Ayuntamiento de Tamajón.
Este descubrimiento representa un avance significativo para la comprensión de la fauna y la interacción humana con los caballos en la Península Ibérica hace miles de años.
Tafonomía y uso humano del abrigo de La Malia
Paralelamente, se ha analizado la tafonomía del yacimiento, es decir, los procesos que sufrieron los huesos desde la muerte del animal hasta su hallazgo. Los resultados confirmaron que fueron los humanos quienes procesaron y consumieron los restos de bisontes, caballos, ciervos y rebecos encontrados en el abrigo.
Los investigadores señalan que La Malia funcionó como un abrigo para la captación de recursos animales, donde pequeños grupos de cazadores procesaban sus presas antes de desplazarse a otros lugares.
"Se han documentado herramientas líticas y óseas y restos de fauna con marcas de corte y estructuras de combustión, que prueban la ocupación reiterada del abrigo durante el Paleolítico superior", detalló la nota del Ayuntamiento.
Estas evidencias permiten reconstruir con precisión la vida cotidiana de los primeros Homo sapiens en la Meseta, así como sus estrategias de caza y consumo de animales.
La importancia científica de La Malia
Desde 2018, las excavaciones han aportado información clave sobre la dinámica de los grupos humanos del Paleolítico superior en España. La identificación de los caballos ibéricos más antiguos consolida a La Malia como un yacimiento de referencia internacional, con un vínculo directo entre la fauna de la época y las representaciones artísticas en el arte rupestre.
El hallazgo también abre nuevas vías de investigación sobre la evolución genética de los caballos ibéricos y su papel en la alimentación y cultura de los primeros Homo sapiens en la región. Según los expertos, estos descubrimientos permiten comprender mejor las adaptaciones y estrategias de supervivencia en un entorno cambiante durante el Paleolítico superior.