

El cónclave es uno de los procesos más enigmáticos y simbólicos del Vaticano. Es allí, entre muros cerrados, donde los cardenales de la Iglesia Católica eligen al próximo Papa, una figura con influencia global. Pero no hay una regla fija sobre cuánto puede durar este proceso. Y la historia demuestra que todo puede pasar.
Mientras que los conclaves más recientes se resolvieron en poco más de un día, hay antecedentes que rozan lo surrealista. Hubo uno que se extendió por casi tres años, con los cardenales literalmente encerrados hasta llegar a un acuerdo. Con la mirada del mundo nuevamente puesta en Roma, vale la pena repasar cuánto tiempo podría tomar esta vez y por qué.

El cónclave más largo de la historia duró casi tres años (y terminó de milagro)
Aunque hoy resulte difícil de imaginar, el cónclave de 1268 a 1271 duró 1.006 días. Las diferencias irreconciliables entre las facciones de cardenales hicieron imposible llegar a un consenso.
Finalmente, fueron los ciudadanos de Viterbo quienes, cansados de la demora, encerraron a los cardenales, les quitaron el techo y redujeron sus raciones hasta que nombraron al Papa Gregorio X.
En el otro extremo, el cónclave más corto ocurrió en octubre de 1503. Duró apenas diez horas y concluyó con la elección de Julio II. En la era moderna, los tiempos se han reducido notablemente. El cónclave de 2005, que eligió a Benedicto XVI, duró unas 26 horas, y el de 2013, que ungió al Papa Francisco, cerró en 25 horas y 30 minutos.
Los secretos detrás de un cónclave rápido (o uno interminable)
En los siglos XX y XXI, el promedio de duración ha sido de tres días. El Papa Pío XII fue elegido en solo dos jornadas, igual que Benedicto XVI. Juan Pablo II necesitó cuatro días, y Pío XI, cinco. La razón de esta agilidad es, en parte, la homogeneidad ideológica del colegio cardenalicio en tiempos recientes.
Sin embargo, hay varios factores que pueden alterar radicalmente la duración del proceso. Entre ellos, destacan las disputas doctrinales, la interferencia de gobiernos, las diferencias geográficas entre los cardenales y, por supuesto, el carisma de los candidatos. En 1314, el cónclave se extendió por dos años, reflejando un momento de fuerte fractura dentro de la Iglesia.

La Iglesia ya tiene plan B si el cónclave se empantana
Para evitar que un cónclave se alargue indefinidamente, el Vaticano ha implementado reglas muy estrictas. Una de ellas proviene de la constitución apostólica "Ubi periculum", de 1274, que estableció medidas como el aislamiento absoluto de los cardenales y la reducción de su alimentación si no logran un acuerdo en un plazo razonable.
Actualmente, si tras 33 votaciones no hay consenso, se limita la elección a los dos cardenales con más votos, quienes no pueden votar en la ronda final. Además, si tras tres días completos no hay Papa, se realiza un día de reflexión y oración, como último recurso para destrabar el proceso.
¿Cuánto puede durar el cónclave de 2025?
El actual cónclave de 2025 comenzó este 7 de mayo, tras el fallecimiento del Papa Francisco. Participan 133 cardenales electores, de los cuales se requiere una mayoría de 89 votos para alcanzar la elección. El primer día se hace solo una votación; luego, se permiten hasta cuatro votaciones diarias.
Si se mantiene la tendencia de las últimas décadas, el nuevo Papa podría ser elegido en menos de 72 horas. Sin embargo, algunas señales apuntan a un escenario más complejo: hay varias corrientes internas pujando por imponer su visión de futuro para la Iglesia, y eso podría ralentizar el proceso. Todo dependerá de si alguno de los papables logra destacarse como figura de consenso.
















