Los olores de humedad, cigarrillo o comida suelen acumularse en espacios cerrados como neveras, closets o automóviles. Frente a este problema, muchas personas eligen soluciones caseras baratas y fáciles de implementar.
Entre ellas destaca una combinación poco conocida: bicarbonato de sodio con café molido. Son dos productos de cocina que funcionan bien para tratar olores comunes si se aplican con método y se entiende qué puede neutralizar cada uno.
Bicarbonato y café: por qué funcionan (y qué dice la evidencia)
El bicarbonato es una base: neutraliza ácidos volátiles (como el ácido butírico que huele a manteca rancia) transformándolos en sales no volátiles; así elimina el olor en lugar de cubrirlo. Para que rinda, conviene aumentar la superficie de contacto (plato o bandeja, no una caja cerrada), de acuerdo a una publicación de McGill University.
Hay evidencia experimental fuera del ámbito doméstico que respalda su poder desodorizante: en un estudio de Waste Management se colocaron 50 g de bicarbonato en el fondo de un contenedor de 8 litros con residuos orgánicos durante 7 días y el olor se redujo un 70%. El trabajo advierte que excesos (pH > 9) pueden favorecer la volatilización de amoníaco -ese olor particular empeora si se eleva demasiado el pH.
El café molido (fresco o posos secos) actúa de otra manera: su matriz porosa adsorbe compuestos olorosos y deja un aroma residual. Organismos y universidades lo recomiendan como absorbente para refrigeradores y congeladores, al igual que el bicarbonato.
Dónde y cómo usarlo (paso a paso)
Coche. Espolvoree café molido seco en alfombras o tapicerías, deje actuar varias horas y aspire. Para olores de encierro o humedad en textiles, aplique antes bicarbonato, deje actuar y aspire.
Nevera y congelador. Tras limpiar (agua tibia con bicarbonato, enjuague y desinfección), coloque bandejas con bicarbonato y, en otra repisa, café molido; déjelos actuar con el equipo cerrado.
Closets y armarios. Use bolsitas de tela con café molido seco y un frasco abierto con bicarbonato. Renueve semanalmente si el olor es fuerte. La lógica es la misma: bicarbonato para olores ácidos adheridos a superficies; café como "esponja" ambiental.
Precauciones y límites del método
No use café húmedo en espacios cerrados: puede fomentar moho. Para refrigeradores muy impregnados, primero retire alimentos, lave, desinfecte, airee y recién luego use bandejas con bicarbonato o café; si persiste, repita el ciclo o recurra a carbón activado.
El bicarbonato funciona mejor frente a olores ácidos. Para olores básicos (amoníaco y algunas aminas), su eficacia baja e incluso puede empeorar si se sube mucho el pH.
El estudio del 70% se hizo con residuos orgánicos (no con heladeras o autos): sirve para sustentar el mecanismo y el uso como desodorizante, pero no reemplaza limpieza y reparación de filtraciones o hongos.