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En un contexto de transformación del sector minorista, Mercadona ha iniciado el año 2025 con el cierre de cinco de sus supermercados en España. Esta decisión forma parte de una estrategia más amplia que busca optimizar recursos y ofrecer una experiencia mejorada a los clientes.

La cadena, que se ha posicionado como líder en el mercado español, está enfocada en un modelo de negocio que prioriza la calidad sobre la cantidad, adaptándose a las cambiantes necesidades del mercado.

Los cierres se han producido en las localidades de Puertollano (Ciudad Real), San Cristóbal de la Laguna (Tenerife), Orihuela (Alicante), Murcia y Almería. Estos establecimientos sumaban un total de 6239 m² de superficie comercial. La compañía ha señalado que estas decisiones pueden resultar molestas para algunos clientes, pero se consideran imprescindibles para el crecimiento sostenible de la empresa.

Desde 2016, Mercadona ha invertido alrededor de 10.000 millones de euros en la transformación de sus tiendas y logística, lo que demuestra su compromiso con la eficiencia y la rentabilidad a largo plazo.

Cierres estratégicos y modernización

La estrategia de cierre de tiendas de Mercadona no es un fenómeno nuevo. En años anteriores, la cadena había cerrado varias tiendas como parte de su plan de modernización. Por ejemplo, en 2023, se reportó el cierre de 49 establecimientos, a pesar de abrir 44, lo que resultó en una disminución neta de cinco.

En 2024, la situación se repitió, cerrando nuevamente 49 tiendas y abriendo 42, reafirmando un enfoque consistente hacia la reducción de su número total de supermercados.

Este patrón indica un compromiso por parte de la empresa de reestructurar su red de tiendas, lo que responde a una estrategia conocida como el modelo "Tienda 8". Este nuevo formato busca transformar los establecimientos para mejorar no solo la eficiencia operativa, sino también la experiencia del cliente. La meta es clara: modernizar los locales y cerrar aquellos que no se alinean con estos objetivos.

Cuál es el impacto en las comunidades locales

El cierre de tiendas de Mercadona también ha tenido un impacto en las comunidades locales. Por ejemplo, en Aranda de Duero, la empresa planea cerrar su establecimiento en el barrio de Santa Catalina y abrir uno nuevo en la zona norte del municipio.

Esta decisión ha generado preocupaciones entre los residentes y la oposición política, que temen un impacto negativo en el barrio afectado. Sin embargo, el equipo de gobierno local ve la oportunidad de mejorar infraestructuras a coste cero, ya que Mercadona se compromete a construir una rotonda, un carril de acceso y a reurbanizar y mantener el vial por siete años sin coste alguno para el Ayuntamiento.

Además, la compañía ha asegurado que, en el caso de los cierres, los trabajadores siempre son reubicados en otras tiendas. Esta política busca minimizar el impacto en el empleo y mantener la estabilidad laboral dentro de la empresa.

Expansión internacional y futuro

Mientras Mercadona reduce su número de tiendas en España, la cadena ha experimentado un crecimiento significativo en Portugal. En 2025, la empresa ha abierto 11 nuevas tiendas en el país vecino, alcanzando un total de 60 supermercados.

Esta expansión internacional ha sido posible gracias a la adopción del modelo "Tienda 8", un formato más grande, sostenible y eficiente. Juan Roig, propietario de Mercadona, asegura que estas nuevas tiendas son el doble de rentables, justificando así el cierre de las menos eficientes.

Con estas acciones, Mercadona busca consolidar su posición en el mercado de distribución alimentaria, tanto a nivel nacional como internacional. La empresa continúa adaptándose a las nuevas demandas del mercado, priorizando la calidad y la eficiencia en sus operaciones.