

Los informes sobre COVID-19 parecían menguar, pero la OMS vuelve a ocupar titulares: una nueva variante avanza silenciosa por varios continentes y amenaza con cambiar el guion sanitario una vez más.
Los expertos insisten en que, aunque la emergencia global se desactivó hace un año, el SARS-CoV-2 "sigue ahí fuera, listo para enseñarnos nuevas lecciones". Por eso conviene recordar que el virus evoluciona cada vez que encuentra la oportunidad y que las cifras de hoy no garantizan la tranquilidad de mañana.
La designación oficial llegó el 23 de mayo: NB.1.8.1 entró en la lista de "variantes bajo vigilancia". Con cerca del 11 % de las muestras secuenciadas a mediados de mes, su presencia crece a doble dígito semana tras semana, según informó la agencia Associated Press.

El aumento se focaliza en el Mediterráneo oriental, el Sudeste Asiático y el Pacífico occidental, pero las detecciones en aeropuertos de los EE. UU. y las primeras secuencias europeas demuestran que el salto intercontinental ya es un hecho.
La variante que se cuela por los aeropuertos
Desde enero los laboratorios chinos alertaban de mutaciones inusuales en la espícula del virus.
Ese linaje, ahora bautizado NB.1.8.1, reúne cambios como T478I y F456L -relacionados con mayor afinidad al receptor humano- y un patrón genético que le otorga clara ventaja de crecimiento frente a la hasta ahora dominante LP.8.1.
Los controles de frontera de los Estados Unidos confirmaron casos importados desde Hong Kong y Pekín hacia California, Washington, Virginia y Nueva York, lo que explica la rápida dispersión internacional.
Aunque su expansión es evidente, la OMS clasifica el riesgo global como bajo. Las hospitalizaciones aumentan en varios países del Pacífico, pero los cuadros clínicos no muestran mayor gravedad que los provocados por otras variantes.
Esa conclusión se apoya en estudios de neutralización que revelan apenas una reducción de 1,5 veces en la respuesta de anticuerpos respecto a LP.8.1, un descenso calificado de "modesto" por el Grupo Técnico de Evolución Viral de la organización.

¿Siguen funcionando las vacunas frente a NB.1.8.1?
Los ensayos preliminares con sueros de personas vacunadas con dosis actualizadas apuntan a que la protección frente a enfermedad grave se mantiene. La OMS recomienda continuar con los refuerzos dirigidos a JN.1 o KP.2, y avala LP.8.1 como alternativa de antígeno para futuras formulaciones.
En España, puntualmente, el Ministerio de Sanidad estudia si conviene adelantar la campaña de otoño para mayores de 60 años y personal sanitario, pero de momento no modifica el calendario.
Los virólogos recuerdan que la inmunidad híbrida -vacuna más infección previa- ofrece un escudo adicional, aunque no infalible. Por eso insisten en gestos sencillos: ventilación de espacios, mascarilla en entornos sanitarios y test rápido ante síntomas compatibles.
"La fatiga pandémica no debe traducirse en complacencia", resume la doctora Lara Herrero, investigadora de la Universidad Griffith, citada por medios internacionales.
Lo que España debe vigilar de cara al verano
Con la temporada turística a la vuelta de la esquina, el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias vigila la secuenciación de aguas residuales y refuerza los paneles genómicos en aeropuertos de Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat. El objetivo es detectar con rapidez cualquier repunte y, sobre todo, comprobar si NB.1.8.1 desplaza a los linajes ya presentes.
De hecho, los epidemiólogos del Instituto de Salud Carlos III calculan que, tras los primeros positivos ya confirmados en viajeros que aterrizaron en Barajas y El Prat la última semana de mayo, la nueva NB.1.8.1 podría comenzar a circular de forma perceptible por la comunidad entre la segunda y la tercera semana de junio, coincidiendo con el pico de desplazamientos prevacacionales.
Esta proyección se basa en el hecho de que el linaje ya presenta transmisión comunitaria en varios países de la UE, según el listado actualizado de la ECDC, y en el historial de anteriores variantes que tardaron entre 10 y 14 días en pasar del entorno aeroportuario a la atención primaria española.
Mientras tanto, los expertos aconsejan a la población completar la pauta de refuerzo y prestar atención a los avisos de Salud Pública: todo indica que la variante no es más letal, pero su rapidez exige respuestas ágiles y coordinadas.















