Corrientes, una de las dos provincias desacopladas del calendario electoral nacional, tendrá este domingo 31 de agosto la posibilidad de elegir a su próximo gobernador en unos comicios que, por primera vez en mucho tiempo, se anticipan como no polarizados entre dos fuerzas.
Con un sistema de primera vuelta y balotaje idéntico al nacional,son cuatro los espacios que pugnan por ganar o, al menos, entrar en una segunda vuelta, aun cuando nadie vea, por estas horas, un escenario de "cuartos" idénticos.
El resultado es observado con atención por toda la política, que por algunas horas dejará de pensar en los audios de Karina Milei.
En el verde paño correntino hicieron fuertes apuestas Javier Milei, Cristina Fernández de Kirchner y los gobernadores de "Provincias Unidas", el espacio que busca crear un "centro equidistante".
Hasta hace algunas semanas, las encuestas marcaban un claro favoritismo para el oficialismo provincial, que lleva como candidato a Juan Pablo Valdés, hermano menor del actual gobernador y candidato a senador provincial, Gustavo Valdés.
El optimismo se explicaba, en buena medida, en un cálculo aritmético: el mayor de los hermanos fue reelecto en 2021 con el 76% de los votos. "Aunque perdamos 30 puntos, ganamos igual", decían los lugartenientes del espacio.
Sin embargo, por estas horas, analistas correntinos ponen en duda una victoria en primera vuelta: "Puede ser que Valdés salga arriba, pero que quede por debajo de 40", se escuchó ayer decir a un conocedor de la política correntina.
A eso apuestan los gobernadores de Provincias Unidas, quienes estuvieron en la provincia el viernes y podrían volver el domingo a levantar la mano del ganador si se evita el balotaje. Gustavo Valdés ya anunció que, de ganar su hermano, pasará a formar parte del espacio que conformaron, entre otros, Maximiliano Pullaro y Juan Schiaretti.
En ocho años de gestión, el gobernador ha puesto empeño en la realización de obra pública, en particular en materia educativa, con inauguraciones que se realizaron hasta horas antes de los comicios.
Detrás aparecen tres espacios que afirman disputarse el restante boleto a la segunda vuelta, sin que ello signifique una división pareja de los votos entre ellos.
Uno es la alianza que lleva como candidato a quien fuera tres veces gobernador y también mentor de los Valdés, Ricardo Colombi. Se trata de un dirigente radical experimentado, que rompió con sus exsocios hace poco tiempo y se alió a un peronista, Martín Barrionuevo, para así disputar votos de dos sectores.
No es la primera vez que radicales y peronistas conforman una fórmula de gobierno, tal como sucedió entre Colombi y Eduardo Galantini a principios de siglo.
El exgobernador se ha tornado en un rival de fuste para los hermanos que administran hoy la provincia: conserva parte de la estructura del radicalismo y aún goza de buena fama por haber formado parte de los gobiernos que dejaron atrás las severas crisis provinciales de los 90.
El peronismo, en cambio, lleva oficialmente a Martín "Tincho" Ascúa como candidato. El intendente de Paso de los Libres (la tercera ciudad en importancia) aspira a convertirse en el primer gobernador peronista desde 1973.
Ese desafío no es menor en una provincia donde se consolidaron experiencias conservadoras como la del Partido Autonomista y de la familia Romero Feris durante la posdictadura, y un período netamente radical desde 2001 a la fecha.
Ascúa se define como "peronista", pero tiene buena relación con la mayoría de los actores partidarios nacionales. En la campaña recibió el apoyo de Eduardo "Wado" de Pedro y de Guillermo Moreno. Además, fue quien recibió una de las últimas visitas de Cristina Kirchner antes de ser apresada.
En su entorno creen que la campaña fue exitosa y que tanto el mensaje como el candidato "llegaron" al electorado. Su discurso se centró en la necesidad de "limpiar Corrientes", apuntando especialmente a la perpetuación en el poder de un sector político. "Esta provincia nunca fue radical, es un fenómeno de este siglo y así como un día se fue el autonomismo, tocará que se termine este ciclo", destacan quienes lo acompañan.
Adicionalmente, el acento del dirigente peronista está puesto en el empleo y en la producción de una provincia con vastos recursos naturales, pero de carácter primario y atado a los vaivenes de los mercados internacionales.
Por su parte, La Libertad Avanza pone más de una ficha en juego en el paño correntino. El diputado Lisandro Almirón será el primer candidato a gobernador con Milei en la Casa Rosada.Le toca defender la bandera violeta en un momento difícil para el gobierno nacional, que sufre por estas horas los coletazos de las grabaciones que apuntan a altos funcionarios en casos de corrupción.
Milei tuvo negociaciones con Valdés para sellar una alianza en Corrientes, tal como ocurrió hace algunos meses del otro lado del Paraná con el gobernador de Chaco, el también radical Leandro Zdero. Desde diciembre de 2023, el titular del Ejecutivo correntino había aportado diputados para distintas pugnas partidarias, pero no se llegó a buen puerto, según dicen en la provincia, por los excesivos pedidos del negociador libertario, Lule Menem.
Sobre el fracaso de esa negociación puede proyectarse la sombra de una triple paradoja. Quizás los votos que se lleve Almirón sean insuficientes para que llegue al balotaje y, al mismo tiempo, resten a Valdés la posibilidad de ganar en primera vuelta.
El discurso de Almirón fue, durante la campaña, denunciar el nepotismo provincial, importando y adaptando el slogan "Feudalismo, nunca más". Además, sostiene que existen miradas divergentes entre lo hecho por la administración Valdés y lo que se propone desde la Nación, en particular en lo referido al rol del Estado. Para él, en Corrientes se impide la competencia de mercado.
"El gobierno tiene una cementera, una hormigonera y una planta de asfalto, que le compra materiales al círculo rojo de empresarios. Nadie controla la calidad de las obras y se impide que otros actores participen", explicó.
El tercer punto de la paradoja es el de Zdero, que fue aliado de Milei en las elecciones de este año y ganó Chaco por encima de Jorge "Coqui" Capitanich, pero que el viernes se sumó a los gobernadores de Provincias Unidas para apoyar a Valdés. "No forma parte de nosotros, pero mira el espacio con cariño", señalaron cerca de los gobernadores.
El domingo, el resultado será mucho más que una bolilla en una ruleta. Pero dejará ganadores y perdedores en Corrientes y en toda la política argentina: aquellos que celebren el acierto y quienes se pregunten si no habría sido mejor jugar otros números.