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"El radicalismo más unido que nunca", posteó en sus redes social el vicepresidente del partido centenario, Martín Lousteau. La frase, escrita con mayúsculas, acompañaba las fotos de la cumbre radical que se celebró el lunes por la tarde en Mar del Plata. Pero, como una imagen vale más que mil palabras, bastaba con hacerle zoom a las postales para, al menos, poner en dudas la afirmación del porteño.

El partido radical cruje. El modus operandi de su presidente, Gerardo Morales, genera descontentos puertas adentro. Más de un dirigente nacional cuestiona el liderazgo del jujeño. Le achacan cortarse solo, hacer su propio juego y desentenderse de su rol como presidente de la UCR.

El encono quedó demostrado en las fotos del economista. Fueron varios los faltazos. Por caso, no fue el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, ni su par mendocino Rodolfo Suárez. El correntino, dicen, se decidió a jugar en primera; "ya no ser uno más" dentro del partido, sino que tiene sus aspiraciones. Es más, en las usinas radicales dicen que el líder provincial es un posible vicepresidente.

Tampoco lo hizo el exgobernador de Mendoza y jefe del interbloque de Juntos por el Cambio en el Senado, Alfredo Cornejo. Ni el jefe de la bancada radical en esa Cámara, Luis Naidenoff. Tampoco dijo "presente" la vicepresidenta de la Cámara alta, Carolina Losada.

Entre los diputados y senadores ausentes, se destaca el faltazo de Facundo Manes. La relación entre el jujeño y el neurocientífico viene tensa. A Morales, las intenciones de Manes de pelear por la Presidencia lo complican.

El presidente del partido viene intentando, sin éxito, que el diputado pelee por la gobernación de la Provincia de Buenos Aires, pero Manes va por todo y ya está anotado a pelear por la Presidencia.


La foto del detonante

La gota que rebasó el vaso fue el encuentro que Morales mantuvo en Mar del Plata con el alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta. La reunión, que tuvo resonancia en los medios, se celebró sin el visto bueno del partido centenario.

De hecho, más de un dirigente nacional de la UCR se enteró por los medios que los dos referentes de Juntos por el Cambio con aspiraciones presidenciales se mostrarían juntos en La Feliz.

La frutilla del postre fue la 'foto Beatle' en la que Larreta, Morales, Lousteau y el diputado del PRO Diego Santilli posaron como la banda inglesa en la tapa de su álbum Abbey Road.

Pero si el encuentro, per se, despertó críticas, la fecha en la que se produjo terminó siendo el detonante de más de un faltazo. Se celebró dos días antes de la cumbre radical en el comité nacional marplatense. "Corresponde primero la reunión del partido y después la actividad de Gerardo con Larreta", dijo uno de los ausentes.

Desde el entorno de otro de los ausentes fueron más duros con el jujeño. Lo acusaron de "entregarle el partido a Larreta" y, después de eso, reunir a los propios.