Hasta último momento, la caminata por la ciudad de Córdoba planeada para cerrar la campaña a gobernador del intendente cordobés, Ramón Mestre, estuvo en suspenso. El clima pronosticaba lluvias, pero cerca del mediodía ya no había rastro de nubes. Un pequeño núcleo de militantes radicales se reunió en uno de los miradores del Parque Sarmiento para escuchar el último discurso público antes de las elecciones del domingo.

"Llegamos a esta instancia electoral especial para el partido, porque hemos vivido imposiciones", dijo Mestre empuñando un megáfono. Detrás suyo flotaba un globo rojo de un número tres, la identificación de la histórica lista del radicalismo y que es el sello que lo lleva como candidato a gobernador.

La interna de Cambiemos fue dura en Córdoba. El resultado final fue el quiebre de la UCR a nivel local y la consolidación de Mario Negri como el delfín de la Casa Rosada en territorio cordobés. Esta ruptura es uno de los motivos que favorecieron al actual gobernador Juan Schiaretti en el camino de su reelección, según proyectan todas las encuestas.

Después del breve acto, Ramón Mestre dialogó con El Cronista sobre su balance de la campaña electoral, su relación con Macri y el PRO, sus expectativas para Cambiemos y la necesidad de convocar al diálogo a todos los sectores incluida la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

- ¿Qué balance hace de la campaña?

- Ha sido para mí muy buena, muy interesante desde lo personal por la alegría que significa, después de militar toda mi vida en el partido y llevar adelante distintos tipos de responsabilidades, ser el candidato a gobernador. Desde el punto de vista institucional me parece que faltó debate. Se nota que en esta última semana hubo algún contrapunto que generó la aparición del gobernador después de un reclamo que le hice la semana pasada para que aparezca, porque no es normal que en una campaña electoral el candidato a gobernador no dé nisiquiera una entrevista a los medios.

- En este proceso la interna del radicalismo cordobés fue muy dura. ¿Le pesa, lo enoja? ¿Qué evaluación hace de todo lo que pasó con Buenos Aires?

- Nosotros trabajamos en Córdoba y vamos a seguir trabajando acá. La UCR decidió sus candidatos orgánicamente como corresponde y somos nosotros. No es Ramón Mestre, somos miles de candidatos a intendente, concejales, legisladores provinciales, legisladores distritales en los distintos pueblos, en las distintas localidades. Siempre tratan de plantearlo desde un tema personal conmigo pero no es así, es la UCR y está por encima de cualquiera de nosotros. No tengo por qué hablar de aquellos que... si no están en el partido, qué puedo decir.

- Ayer Massot, un referente del PRO, hizo explícito su apoyo a Rodrigo de Loredo. ¿Esta interna también implosionó el PRO? ¿Tiene conversaciones con dirigentes del PRO respecto del futuro?

- No, en estos tiempos no estoy teniendo diálogo. Soy co fundador de Cambiemos, trabajé para constituir Marcos Juárez en 2014 cuando nadie lo quería hacer. La conducción partidaria estaba en nuestro espacio político, lo llevamos adelante. En agosto del año pasado, cuando asumí la presidencia del Comité de la provincia, dije que quería construir Cambiemos a la cordobesa. Es lo mismo que dice el presidente de mi partido en estos días. Planteamos un Cambiemos más amplio, más grande, con otros sectores. Por ejemplo sectores independientes que quieren combatir el populismo. Nos ha llamado mucho la atención las visitas de algunos dirigentes del PRO nacional que vienen a implosionar o dividir más a los dirigentes que no supimos construir Cambiemos en Córdoba y no es lo que el presidente dijo, porque él había dicho que había dos listas.

- ¿Ese reproche se va a ver reflejado en la Convención nacional?

- Nosotros vamos a llevar la misma postura. Creemos que hay que ampliar a Cambiemos, hay que hacerlo más fuerte, creemos que hace falta que se cumpla con lo que se prometió en el 2015 y se ratificó en 2017. Queremos un presidente que se deje ayudar. Queremos que le vaya bien a Mauricio Macri.

- ¿Apuesta a su reelección?

- Eso lo va a definir el radicalismo y yo soy una persona orgánica. Uno no puede creer que el centro del ombligo que cada uno tiene nos permite tomar las decisiones que cada uno crea conveniente. Uno en un partido político se tiene que sujetar, como primera medida, a las acciones democráticas de ese partido. Sé que hay muchos que se quieren ir con Lavagna, sé que hay muchos que se quieren ir de Cambiemos, entonces no entiendo cuando nosotros tenemos esta postura por qué han llevado adelante este despliegue que tampoco sé si incide en los cordobeses, porque el cordobés acá ve lo ofrece cada uno de los dirigentes de Córdoba.

- De todas las que nombró, ¿cuál le parece a usted la opción más interesante?

- Yo quiero Cambiemos más amplio, más grande. Nosotros planteamos sumar a otros sectores de otros partidos políticos, de sectores independientes, que quieran cambiar la Argentina sobre la base de trazar una raya contra los populistas, porque creemos que hay que erradicarlas a todas esas prácticas. Lo que el presidente dice respecto de las políticas de consenso, yo las celebro. Me parece bárbara.

- ¿Coincide con convocar a todos los sectores, incluida Cristina Fernández de Kirchner?

- A todos. Necesitamos todos. A lo mejor los populistas se componen. ¿Por qué no le podemos dar una oportunidad? Yo soy de los que creen siempre en la buena fe y en que la gente que se equivoca puede volverse a recuperar y puede volver a la senda correcta. Lo más importante en este tiempo en la Argentina es dejar de profundizar grietas, dejar de discutir con antagonismos, a pesar de que los radicales tenemos nuestras diferencias y los peronistas están más implosionados que nosotros. Pero bueno, busquemos por lo menos 50 puntos comunes y que nadie pueda sacar los pies del plato. Eso nos va a permitir tener políticas de mediano y largo plazo.

- ¿Puede haber un liderazgo distinto al de Macri dentro de Cambiemos?

- Yo creo que Macri tiene una situación en la que plantea un montón de cambios y en algunas oportunidades no ha sido acompañado por el entorno. Y el entorno es lo que vimos acá. Si el presidente vino hace 40 días y dijo que había dos listas de Cambiemos y que no se iba a meter porque lo tenía que resolver los cordobeses y después entran a aparecer los que lo rodean, evidentemente o no le están haciendo caso, que esa tal vez sería la pregunta que habría que hacerse o hacerle, o en su defecto es inentendible la acción que han llevado adelante.

- ¿Macri se está asilando?

- No sé. Yo no estoy en la mesa que toman las decisiones y es más, me quisieron correr. A mí intentaron imponerme desde el primer día cómo tenía que ser conformada la lista, no participar en una acción democrática, cómo tenía que ser conformado un espacio y no es así.

- ¿Cuál es su relación con Marcos Peña?

- No se trata de si me cae bien o no. El problema no es solamente un dirigente. Me parece que hay que volver a rediscutir Cambiemos. Por eso nosotros queremos rediscutir en la Convención el rol que tiene que tener el radicalismo. Yo quiero un radicalismo más fuerte, que acompañe propuestas e ideas. Por ejemplo: esta ciudad se equipara a una provincia, aquí viven un millón y medio de habitantes, tenemos un presupuesto que supera 15 provincias de la Argentina y nunca me convocaron, siendo intendente, en nombre de Cambiemos, para discutir temas tributarios, temas fiscales. Tenemos 14 intendencias de capitales provinciales y no han llamado a ninguno a debatir los temas centrales de la Argentina. Esto, sin ánimo de crítica, tiene que hacernos reflexionar cuál es el rol que tenemos que tener de cara al futuro los partidos políticos.

- ¿En algún momento se pensó como candidato a vicepresidente?

- En absoluto. Mi único objetivo es gobernar la provincia de Córdoba y el domingo espero poder lograrlo.