En medio de las discusiones paritarias en las que los gremios pugnan por subas salariales superiores al 30% y el Gobierno intenta poner un tope de no más del 25%, hoy el ministro de Economía, Axel Kicillof, anunció una reducción en lo que pagan algunos trabajadores por el impuesto a las Ganancias.

Según detalló el funcionario, será para la escala de los que cobran entre $ 15.000 y $25.000 mensuales. Pese a que aún no se conocieron detalles debido a que la AFIP, según pudo saber Cronista.com, aún ultimaba esta tarde los detalles de la resolución, distintos economistas consultados calificaron la medida como necesaria y coincidieron en que esto le quita presión a las negociaciones paritarias.

Agustín D’ Attellis, referente de la Gran Makro, la medida “es muy buena debido a que el impuesto ahora se vuelva aún más progresivo y era necesario teniendo en cuenta la tensión propia del momento que se vive en medio de negociaciones paritarias”.

“Había que hacer algo para descomprimir a los sectores más bajos que pagan el impuesto”, evaluó y resaltó que esta medida “genera un aumento del poder adquisitivo en promedio del 5% al 6% en el salario de bolsillo de los trabajadores que ganan entre $ 15.000 y $25.000”.

Por su parte, el economista Jorge Todesca, de la consultora Finsoport, cree que “en principio” la medida anunciada por Kicillof este mediodía “es positiva”, pero también que “habría que ver en detalle los números para ver si es equitativa y suficiente”. Según el economista, el Mínimo no Imponible debería estar cerca de los $ 24.000 y no en los $ 15.000 actuales: “En mayo de 2013, el Mínimo no Imponible estaba en los $ 4.400, y desde ese momento hasta la fecha el índice de salarios que mide el Indec se multiplicó por seis. Si se realiza un simple cálculo, nos da como resultado que en la actualidad el mínimo no imponible debería estar cerca de los $ 24.000”.

En esta línea, Todesca agregó que “implícitamente el Gobierno, al reducir el impuesto para la franja entre $ 15.000 y 25.000, implícitamente está reconociendo que este grupo de trabajadores hoy no deberían estar pagando el impuesto”. Y resaltó que “la medida se toma con el fin de quitar presión en el medio de las negociaciones paritarias”.

Diana Mondino, economista del CEMA, calificó los cambios como “un paso positivo” a pesar de que “no se corrigen los errores de fondo”. En diálogo con Cronista.com, sostuvo que “hay que modificar el sistema, debido a que el impuesto no es problema solamente del mínimo y hace años que dejó de ser progresivo”.

Por último, Ramiro Castiñeira analizó que era “una medida de esperar en una economía con inflación de dos dígitos”. “Ganancias es un caso en donde el sólo mero paso del tiempo hace necesario modificaciones en las escalas para que más asalariados no comiencen a pagar este impuesto”, apuntó.

“Debería hacerse una revisión más profunda sobre este tema, aunque no creo que sea conveniente en este momento en donde las estadísticas públicas están en tela de juicio”, añadió y dijo que solucionar “el tema de las escalas” le ahorraría al país “amenazas de paro y conflictos cotidianos por el reclamo de algunos sectores para que el Gobierno tome cartas en el asunto”.