"Recién el martes a última hora se sabrá". Con el incremento de la presión opositora y el cada vez más inestable equilibrio al interior del bloque oficialista, la duda sobre la presencia de Amado Boudou al frente de la próxima sesión en el Senado todavía sobrevuela los preparativos para el informe que dará el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, en el recinto. Ese encuentro está previsto para el miércoles y los bloques de la oposición ya avisaron que si el vicepresidente preside la sesión volverán a plantear con énfasis el pedido para que se tome licencia.
"Hasta hoy (por ayer), preside Amado. De todas formas, de concretarse el informe, recién el martes a última hora se sabrá con certeza", señalaron fuentes del oficialismo consultadas por este diario, poniendo en duda incluso la visita de Capitanich al Senado. El jefe de Gabinete tenía previsto concurrir a principios de mes a la Cámara alta, pero por pedido del propio Frente para la Victoria, pospuso hasta la semana próxima esa presentación.
Ayer, la oposición insistió en reclamarle al Gobierno "una decisión en el más corto plazo" sobre la situación de Boudou. Así lo expresó el senador por la UCR de Mendoza, Ernesto Sanz, quien definió como "insostenible" el escenario en que quedó el vicepresidente luego de que el juez federal Ariel Lijo decidiera procesarlo por cohecho y negociaciones incompatibles con su función en la investigación por la venta de la ex Ciccone.
"Pareciera que la Argentina está condenada a vivir escenarios conflictivos en todos lados, hacia dentro con el tema Boudou, hoy con esta nueva indagatoria, en una nueva causa, que coloca al vicepresidente en una situación irregular, insostenible para el oficialismo, para la oposición, para la Cámara de Senadores y para las instituciones", enfatizó el legislador, refiriéndose a otra de las causas judiciales en las que está envuelto el funcionario.
"La próxima convocatoria la tenemos para el miércoles que viene y está previsto que venga Capitanich y a partir de ahí vamos a resolver, depende quién presida la sesión, pero si el que preside es Boudou vamos a hacer un planteo muy fuerte, que es el mismo planteo que ya habíamos hecho antes", aseguró Sanz.
En el Senado, el oficialismo prefiere la cautela luego de que incluso legisladores aliados, como la santafesina Roxana Latorre, salieran a reclamar que Boudou se tome licencia. El jefe del bloque, Miguel Pichetto, es el primer contrariado y fue quien insistió en la última sesión para que el vicepresidente no baje al recinto, lo que abrió la puerta a la actual situación de incertidumbre sobre su presencia en futuros debates.
En el Congreso, solo la jefa del bloque de diputados, Juliana Di Tullio, defendió ayer a Boudou. La legisladora negó que el oficialismo le vaya a "soltar la mano" y enfatizó que un procesamiento no significa que sea "culpable". "No veo en qué forma el vicepresidente de la República puede interferir o inferir en términos de gobierno, en qué casos concretos podría hacerle daño al Gobierno", señaló al respecto.