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En un nuevo intento por dar impulso a su agenda institucional, el Gobierno nacional puso en marcha este martes el Consejo de Mayo, el órgano creado para canalizar y coordinar propuestas legislativas en sintonía con los lineamientos del Pacto de Mayo.
La primera reunión se llevó a cabo esta mañana en Casa Rosada, encabezada por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien preside el Consejo en representación del Poder Ejecutivo y se acordó reunirse de manera mensual. La próxima cita será el 20 de julio, se informó.
El encuentro reunió a las seis figuras designadas como consejeros mediante decreto presidencial, representando a distintos sectores políticos y sociales con peso en la toma de decisiones nacionales.
Tras el encuentro, Sturzenegger destacó el clima de apertura: "Hay un ánimo de diálogo muy conductivo, con miradas diversas y mucha vocación de trabajar para llegar a consensos de acá a diciembre".
El objetivo del Consejo es elaborar hacia fin de año un documento con propuestas de reformas y proyectos legislativos vinculados a los diez ejes del Pacto de Mayo. Ese informe será presentado como insumo para los legisladores, con la intención de que sus puntos sean discutidos a partir del recambio legislativo. Más allá de avanzar con un cronograma de trabajo, el encuentro no tuvo mayores conclusiones de peso.
Por el Gobierno, asistió el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, una de las figuras clave del equipo económico. Las provincias estuvieron representadas por el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, en su carácter de delegado por los mandatarios que firmaron el Pacto de Mayo.
El Poder Legislativo también tiene voz en este espacio a través de dos referentes parlamentarios: Carolina Losada, senadora nacional, y Cristian Ritondo, diputado nacional y jefe del bloque del PRO. Ambos actuarán como nexo con sus respectivas cámaras en el Congreso para impulsar los acuerdos alcanzados en el seno del Consejo.
Completaron la mesa Gerardo Martínez, secretario general de la UOCRA, en representación de la CGT, el único de los integrantes que estuvo en duda hasta último momento y Martín Rappallini, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), como vocero del sector empresarial.
Si bien había expectativas sobre posibles definiciones en torno a la reforma laboral, Martínez aclaró que por el momento no hay nada en marcha.
"El Ejecutivo tendrá otra opinión, todos tendremos la capacidad técnica y los argumentos para defender los intereses que representamos", planteó al salir de la reunión.
"Apostamos al diálogo que es una llave maestra para resolver los problemas estructurales de Argentina", destacó al tiempo que se mostró preocupado por la desocupación que escaló al 7,9% de la población económicamente activa.
Agregó que: "No hay lugar para reducir los derechos de los trabajadores. El objetivo de este Consejo es generar un pacto productivo donde las condiciones del desarrollo y la producción del trabajo estén en la misma dimensión".
Desde la otra vereda, Rapallini aclaró que "la UIA no está planteando ni reforma de jubilaciones ni quitar horas de trabajo, estamos hablando de una modernización laboral y vamos a tener que sentarnos con la CGT a discutir y a compatibilizar", aseveró respecto al punto ocho del temario que versa sobre una reforma previsional, y concluyó: "Tenemos que construir consensos, este es el gran objetivo".
El Consejo de Mayo fue concebido como una herramienta de diálogo institucional permanente para lograr consensos básicos en torno a las reformas estructurales que impulsa el Gobierno.
En esta primera reunión, se trazaron los lineamientos generales para comenzar a trabajar sobre propuestas que aborden cuestiones clave como el régimen fiscal, la modernización laboral, el sistema previsional, la educación y el modelo productivo.
Con la puesta en marcha del Consejo, el Ejecutivo busca mostrar señales de gobernabilidad, en un contexto político todavía atravesado por tensiones entre la Casa Rosada y distintos actores.
Los 10 puntos del Pacto de Mayo
La inviolabilidad de la propiedad privada.
El equilibrio fiscal innegociable.
La reducción del gasto público a niveles históricos, en torno al 25% del PBI.
Una reforma tributaria que reduzca la presión impositiva y promueva el comercio.
La rediscusión de la coparticipación federal para terminar con el actual modelo "extorsivo".
Un compromiso de las provincias para avanzar en la explotación de recursos naturales.
Una reforma laboral moderna que fomente el empleo formal.
Una reforma previsional sustentable, con opción de sistema privado.
Una reforma política estructural que reordene la relación entre representantes y representados.
La apertura al comercio internacional, con Argentina como protagonista del mercado global.