La Cámara de Diputados tendrá este miércoles una sesión especial cargada de tensión política, donde la oposición buscará avanzar en el rechazo a dos vetos del presidente Javier Milei a proyectos de fuerte sensibilidad social: la Emergencia Sanitaria en Pediatría, conocida como la ley del Garrahan- y la ley de Financiamiento de la Educación Universitaria y recomposición salarial docente.
La convocatoria fue formalizada para las 13, a pedido del jefe del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez, con el respaldo de Encuentro Federal, la Coalición Cívica, Democracia para Siempre y el radical Julio Cobos.
El temario confirmado incluye también pedidos de informes e interpelaciones a funcionarios del Poder Ejecutivo, entre ellos la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, el ministro de Salud, Mario Lugones, y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, a raíz de los audios que los vinculan con supuestos cobros irregulares en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS).
El presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales Nicolás Mayoraz no habilitó el tratamiento de los temas por lo que no tienen dictamen para avanzar en el recinto. En ese caso solo se podría tratar si reúne el aval de los dos tercios, un número que por ahora no parece cercano, por lo que seguramente se avance hacia un pedido de emplazamiento.
Además, se debatirá la creación de una comisión investigadora sobre el caso de fentanilo adulterado que ya provocó casi 100 muertes en el país.
En este temario no se encuentra el tratamiento del veto presidencial a la ley de reparto automático de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), una de las demandas principales de los gobernadores.
Esa pulseada quedará para más adelante por un doble cálculo que realizan en el Congreso: por un lado, no están asegurados los dos tercios para frenar la iniciativa y por el otro, no quieren que este tema de tinte político y presupuestario de ida y vuelta con las provincias se mezcle con dos causas que tienen fuerte impacto social.
La atención está puesta en si la oposición podrá reunir el quórum de 129 diputados y, sobre todo, si logrará los dos tercios de los presentes necesarios para insistir con la sanción original de las leyes vetadas.
Los antecedentes son alentadores para la oposición: la ley de Emergencia Pediátrica había obtenido 159 votos afirmativos, superando ya en ese momento el umbral requerido, mientras que el financiamiento universitario consiguió 158 votos a favor, apenas uno por debajo de los dos tercios de los entonces presentes.
En el poroteo fino, los bloques confían en revertir la situación. Esperan que los cuatro legisladores que se abstuvieron en la votación inicial modifiquen su posición. Entre ellos están los chubutenses Ana Clara Romero y Jorge "Loma" Ávila, alineados con el gobernador Ignacio Torres, que podrían acompañar el rechazo al veto.
También miran con atención a Oscar Zago y Eduardo Falcone, del MID, y a la diputada Marcela Pagano, exlibertaria, que no participaron en la sesión anterior, así como dos legisladores de Unión por la Patria.
En el caso del financiamiento universitario, el desafío es mayor pero no imposible. Los opositores buscarán sumar a los macristas que se abstuvieron Germana Figueroa Casas, Karina Bachey y al republicano Ricardo López Murphy, que se habían abstenido, así como recuperar a los ausentes de bloques provinciales.
Las gestiones se intensificaron en las últimas horas y el bloque de Unión por la Patria confía en que la presión social -con marchas de estudiantes, docentes y gremios que acompañarán la sesión- incline la balanza.
"Tenemos los números para revertir el veto a la ley de pediatría y estamos muy cerca en la de universidades. Será una jornada histórica", aseguró Germán Martínez, en la previa de la sesión.
El oficialismo, en tanto, mantiene la expectativa de bloquear los dos tercios para evitar un revés político al presidente Milei, en un momento en que busca reafirmar su agenda económica con la presentación del Presupuesto 2026. Desde La Libertad Avanza adelantaron que darán la pelea "voto a voto" y que, de ser necesario, se retirarán del recinto para impedir el quórum.
La sesión especial promete convertirse en una de las más calientes del año, con el Congreso convertido en escenario de la pulseada política entre el Ejecutivo y la oposición. Si Diputados logra insistir con las sanciones, los vetos deberán ser analizados luego por el Senado, donde también se anticipa un escenario de alta tensión.
Qué pasará afuera
El clima en torno al Congreso será tan intenso dentro del recinto como en la calle. Desde temprano, organizaciones sociales, gremios docentes y centros de estudiantes marcharán hacia la plaza del Congreso para exigir que se insista en la sanción de las leyes vetadas por el presidente.
Además, habrá clases públicas y un "abrazo simbólico" al Congreso organizado por universidades nacionales.
En paralelo, sectores afines al oficialismo y agrupaciones libertarias también convocaron a movilizarse para respaldar el rumbo fiscal del Gobierno y sostener el veto presidencial, advirtiendo que las leyes impulsadas por la oposición "ponen en riesgo el equilibrio de las cuentas públicas".
Se espera un fuerte operativo de seguridad para evitar incidentes, en una jornada que tendrá la tensión política trasladada a la calle y que podría ser decisiva en la disputa por los vetos.