

El nuevo embajador argentino ante los Estados Unidos, Fernando Oris de Roa, adelantó que no vivirá en la residencia de la Embajada argentina en Washington “porque está inhabitable y necesita una refacción muy importante para poder ingresar .
Oris de Roa, que presentó sus cartas credenciales ante el presidente Donald Trump, definió como “amplia y muy afectuosa la reunión en la capital norteamericana. “Tenemos una política muy amplia y clara para implementar con ese país del norte , agregó.
Consultado sobre el edificio de la residencia de la Embajada argentina en Washington, en el barrio de Dupont Circle, los calificó de “inhabitable y enfatizó que “necesita una refacción muy importante para poder ingresar a la misma .
El embajador vivirá junto a su mujer en un departamento ubicado a cinco minutos de la Embajada.
El encuentro con Trump
En diálogo con radio Continental, el diplomático argentino afirmío que Trump se presentó “muy efusivo y lo recibió “muy afectuosamente en una ceremonia impecable.
Además, contó que Trump ingresó al grito de “Mauricio, Mauricio , y con una pequeña broma diciendo “lemons, lemons , en referencia a la exportación de limones que estuvo trabada varios meses y que se liberó tras la visita el año pasado del presidente Macri. “Probablemente no sabía que yo estuve varios años involucrado en ese proceso , agregó el embajador, que estuvo vinculado a la industria exportadora de cítricos.
Sobre la sanción para el biodiésel argentino, dijo que están "buscando la oportunidad para volver a hablar sobre esas negociaciones . El embajador precisó que Estados Unidos acaba de “poner una tarifa de extremo alta" y que en la agenda de la Embajada está "seguir empujando la exportación de biodiésel a ese país .
El flamante embajador supervisará la venta de algunas propiedades argentinas en el Distrito de Columbia, pertenecientes a la Cancillería y al Ministerio de Defensa, hoy en desuso, con la que se pagarán los trabajos de remodelación de la antigua residencia de los embajadores argentinos, hoy clausurada para vivir debido al descuido de los últimos habitantes y la falta de mantenimiento de los que siguieron al frente de la embajada sita en New Hampshire avenue.












