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La derrota del oficialismo en la provincia de Buenos Aires, el pasado 7 de septiembre, abrió un abanico de interpretaciones políticas. Analistas y dirigentes señalaron múltiples factores: los audios de Spagnuolo, las tensiones internas de La Libertad Avanza, las dificultades para seleccionar candidatos competitivos. Sin embargo, un nuevo informe aporta una mirada distinta. El Centro de Economía Política Argentina (CEPA), think tank kirchnerista, puso el foco en lo que podría ser el trasfondo material del resultado: el deterioro del consumo en el distrito más poblado del país. En otras palabras, se cumple la vieja máxima que recuerda que "es la economía, estúpido".

¿Qué dice el informe del CEPA sobre el consumo en Buenos Aires?

El estudio relevó la evolución de las ventas en supermercados y de los salarios registrados en la provincia de Buenos Aires. Para ello se utilizaron datos del INDEC y del Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial.

Según el CEPA, en el primer semestre de 2025 las ventas de supermercados mostraron una mejora de 1,3% respecto de 2024. Pero ese repunte resultó insuficiente: el nivel todavía se ubicó 7,6% por debajo del registrado en 2023 y 6,8% menor al de 2022.

La contracción equivale a $345.898 millones menos de facturación en términos reales frente al primer semestre de 2023. En junio de 2025, el promedio anual móvil cortó tres meses de recuperación consecutiva y retrocedió 0,2%. En la comparación interanual, cayó 3% frente a junio de 2024 y 6,6% respecto a 2023.

¿Qué rubros del consumo resultaron más golpeados?

El deterioro no fue uniforme. El informe precisó que en alimentos, los productos de almacén retrocedieron 11,7% frente a 2023 y las carnes 8,5% en el mismo período. En contraste, las verduras y frutas crecieron 17,2% y se consolidaron como una alternativa más accesible para los hogares.

Otros rubros mostraron dinámicas dispares: panadería avanzó 2,4% y lácteos se mantuvieron estables frente a 2023. Por fuera de los alimentos, indumentaria y calzado aumentaron 34,6% respecto al mismo año, mientras que electrónicos y artículos para el hogar, aunque rebotaron 38,7% frente a 2024, todavía se ubicaron 12,4% por debajo del nivel de 2023.

¿Cómo evolucionaron los salarios en la provincia?

El vínculo entre consumo y poder adquisitivo resulta central. "La evolución del consumo no puede desvincularse de la dinámica salarial", afirmó el CEPA. Entre noviembre de 2023 y septiembre de 2024, los trabajadores registrados de la provincia perdieron 7,3% de su poder adquisitivo.

Aunque a fines de 2024 y comienzos de 2025 hubo una recuperación parcial, en marzo de 2025 los ingresos todavía se ubicaban 3,4% por debajo de noviembre de 2023.

Si se utiliza la metodología que reclama el FMI, ajustando el IPC por la canasta de la ENGHo 2017-2018, la caída real del poder adquisitivo resultó más severa: -10,8% entre noviembre de 2023 y marzo de 2025. Ese cálculo se correlaciona con la contracción de 7,4% en las ventas de supermercados a precios constantes en el mismo período.

¿Cuánto dinero perdieron los trabajadores bonaerenses?

La magnitud de la pérdida fue significativa. El CEPA calculó que entre noviembre de 2023 y marzo de 2025, cada trabajador registrado perdió en promedio $1.406.155 en términos reales si se mide con el IPC vigente del INDEC. Si el cálculo se realiza con la ENGHo 17/18, la cifra asciende a $2.214.837.

En el plano agregado, la masa salarial perdida osciló entre $2,9 billones y $4,7 billones, según el índice utilizado. Al mismo tiempo, las ventas en supermercados acumularon una caída de $716.189 millones a precios constantes de marzo de 2025.

¿Qué pasa con el consumo a nivel nacional de cara al 26 de octubre?

El panorama bonaerense encuentra un correlato a nivel nacional. Según la Encuesta de Supermercados del INDEC, en junio de 2025 las ventas a precios constantes aumentaron apenas 0,8% respecto al mismo mes de 2024, mientras que en el acumulado del primer semestre crecieron 4,0% en relación con igual período del año pasado. Esa leve mejora reflejó que los supermercados lograron sostener cierta dinámica gracias a promociones y facilidades de financiamiento.

En cambio, los autoservicios mayoristas no mostraron el mismo desempeño. De acuerdo con los datos disponibles, quedaron rezagados y evidenciaron una contracción de la demanda. Mientras los supermercados pudieron captar a los hogares que priorizaron descuentos y cuotas, los mayoristas no lograron sostener el volumen de ventas pese a los aumentos en la facturación nominal. La disparidad confirmó que la recuperación del consumo todavía fue parcial y que distintos canales de venta transitaron realidades muy distintas en la primera mitad de 2025.

Si bien el dato oficial todavía tiene rezago -recién el 23 de septiembre se conocerá la medición de julio-, los números más recientes de la consultora Scentia no ofrecieron mejores noticias. Lejos de mostrar una recuperación, el relevamiento privado de agosto confirmó nuevas caídas en varios rubros de consumo masivo.

De acuerdo con Scentia, el consumo en agosto bajó 1,9% frente al mes anterior, con caídas de 4,4% en kioscos y almacenes, 2,6% en farmacias, 2,2% en autoservicios y 0,9% en mayoristas. En cambio, el comercio electrónico creció 5,2% y los supermercados de cadena avanzaron 2,2%. En la comparación interanual, el consumo masivo mostró un crecimiento de 4% frente a agosto de 2024 y acumuló un alza de 1,2% en lo que va del año, aunque con un "comportamiento dispar entre canales", tal como advirtió Osvaldo Del Río, director de la consultora.