El príncipe saudí Mohamed Bin Salman es el personaje más polémico delG20. Las denuncias sobre su presunta participación en el asesinato del periodista Jamal Khasshoggi lo pusieron bajo la lupa mundial. Desde que llegó al país, se mantuvo en la embajada con un muy bajo perfil.
Uno de los líderes con los que pocos quieren fotografiarse en el #G20, el príncipe saudí Mohamed bin Salman #MbS y Vladímir #Putin, han demostrado una gran sintonía. https://t.co/C42cpqWQtJ pic.twitter.com/Dhga18Kgat
— euronews español (@euronewses) 30 de noviembre de 2018Sin embargo esta mañana, en el inicio de la Cumbre entre líderes mundiales, y pese a que no interactuó con casi nadie, se mostró muy efusivo con el presidente Vladimir Putin, a través de un saludo poco común entre mandatarios internacionales.
La organización HRW aprovechó la visita del príncipe al país para interponer la denuncia por crímenes de guerra en Yemen y sumar a ésta las torturas seguidas de muerte del periodista Jamal Khashoggi. Este fue secuestrado el pasado 2 de octubre, en el interior del consulado de Arabia Saudí en Turquía, presuntamente por órdenes del príncipe.
El columnista del Washington Post, terminó descuartizado. El caso conmocionó al mundo y hasta el presidente ruso, según trascendió tiene previsto tratarlo, cara a cara con Bin Salman.
El caluroso encuentro entre Putin y el príncipe llamó particularmente la atención
Yuri Ushakov, asesor de política exterior del Kremlin, así lo confirmo en conferencia de prensa desde Moscú, informó Afp. "Por supuesto que hablarán de ése asunto», observó antes de aclarar que el objetivo principal de la reunión prevista entre ambos será, «desarrollar las relaciones» bilaterales de ambos países.