El intento de magnicidio que casi le cuesta la vida a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner sumó un nuevo episodio tras la liberación del hombre sindicado como "jefe" de la mediáticamente conocida banda de "Los Copitos", Nicolás Carrizo.
El pasado miércoles 20 de agosto, la Justicia dispuso la liberación de Carrizo tras haberlo mantenido, durante casi tres años, en prisión preventiva. Esta decisión tuvo lugar tras la determinación de la Fiscalía y la querella de retirar las acusaciones que pesaban sobre él, al no poder demostrar que hubiera participado en los hechos.
Sin embargo, la noticia llegó cuando el propio Carrizo, durante una entrevista con Radio Con Vos, apuntara a Fernando Sabag Montiel, quien, en palabras del líder de Los Copitos, solo "quería impresionar a su novia" -Brenda Uliarte-.
Durante esta conversación radial le pidió unas sentidas disculpas a la exmandataria: "Uno a veces dice cosas que no sabés si podés lastimar al otro o generar un problema sin querer hacerlo. Las disculpas sinceras son hacia Cristina Kirchner. Pase lo que pase, yo creo que si ella lee esos mensajes a mí me agarra vergüenza. Era como un personaje que nunca iba a conocer. Hablé en esa situación".
El rol de Nicolás Carrizo para la Justicia
Pese a sus intentos por excusarse, en primera instancia la Justicia determinó, en el marco de la causa que investiga el intento de magnicidio a CFK, que Carrizo era un partícipe secundario, por haberle otorgado el arma de fuego a Sabag Montiel y Uliarte, los autores materiales del ataque.
Una muestra de su presunta participación fue un mensaje en el que redactó: "Recién intentamos matar a Cristina". ¿Quién era el destinatario de la misiva? Un contacto agendado como "Kevin Bargas 2" a las 23.17 del 1° de septiembre, dos horas después del intento de asesinato.
Por aquel entonces, también explicó que "mi empleado -por Sabag Montiel- le quiso disparar. Va a ir preso". La asociación entre uno y otro estaba relacionada con el nombre que acabaría por darles entidad en el fuero mediático.
Carrizo había empleado al joven que intentaría acabar con la vida de la expresidenta, en su condición de dueño de una máquina de hacer copos de azúcar.
"El arma es mía, amigo. Te lo juro por Dios. Estamos con el grupo. Todos juntos", aseveró y agregó: "Para que el Gobierno sepa con quienes se están metiendo. Bueno, amigo, el que la va a matar seguro va a ser un amigo o voy a ser yo. Recordá esta fecha. Esta hija de p... ya está muerta".
Sin embargo, tras su estancia en el penal de Marcos Paz, el exdetenido afirmó que se trataba simple y llanamente de "una joda".
Qué dijo Carrizo sobre Sabag Montiel y Cristina Kirchner
"El hecho de que ella -en referencia a Cristina Kirchner- vio mis mensajes, que sus abogados trabajaron con eso, a mí me agarró mucha vergüenza. Era un show del tema, jodiendo con amigos y al final terminó perjudicando. Y quizás la pude haber ofendido y si fue así le pido disculpas porque yo no pienso eso. Lo hice para joder. He dicho ser kirchnerista, macrista, a un amigo de Venezuela le decía 'aguante Maduro', para hacer chistes. Y esto iba por ese camino, llevar la contra. Y se hizo un quilombo", apuntó acongojado.
En ese mismo todo, y hablado puntualmente sobre la participación de Sabag Montiel, Carrizo afirmó que él lo hacía "para impresionarla" como producto de la enorme "presión que ejercía ella sobre él". Esta tenía como argumento la "humillación" a la que supuestamente Uliarte sometía a su pareja.