José Ignacio de Mendiguren, secretario de la Unión Industrial Argentina (UIA) y precandidato a diputado nacional por el sector que encabeza el intendente de Tigre, Sergio Massa, afirmó que hoy no están dadas las condiciones para salir del cepo cambiario, consideró que el lanzamiento del blanqueo de capitales y la puesta en marcha de los Cedin son parte de una política de parches que no soluciona los problemas de fondo.
En una entrevista concedida a El Cronista TV, el Vasco insistió en que pedirá licencia en la UIA mientras dure la campaña electoral, para dedicarse a delinear los proyectos que buscará llevar al Congreso en caso de resultar electo, y desestimó cualquier posibilidad de abandonar la entidad fabril aun cuando consiga una banca legislativa. No pienso irme de la UIA. O acaso le pidieron a los agrodiputados que abandonen sus entidades o a mi amigo Héctor Recalde que dejara (la asesoría de) la CGT por ser diputado, comentó De Mendiguren.
El ex ministro de la Producción de Eduardo Duhalde remarcó que su pensamiento no cambió y que encontró en el espacio de Massa la representación de lo que considera todos los actores que se necesitan para consensuar una verdadera política de desarrollo para la Argentina. Siempre creí que empresarios, trabajadores, el sector agropecuario y la política deben sentarse a buscar consensos para el desarrollo, ir a una mesa de consenso político, económico y social. Yo no cambié, enfatizó. Así, dijo que tuvo una buena relación con la presidenta Cristina Kirchner y que su acercamiento al espacio de Massa no implica un enfrentamiento con la mandataria.
Sostuvo que votaría en contra de un posible intento de reforma constitucional para habilitar la re-reelección y dijo que quiere creer en la Presidenta cuando la jefa de Estado sepultó las versiones en ese sentido.
En cuanto a los problemas centrales que enfrenta el país, consideró que los parches no ayudan a reconstituir la confianza que necesita el argentino para invertir. Y planteó que el blanqueo de capitales es uno más de esos parches para admitir un error, aunque no soluciona el tema de fondo que, a su criterio, pasa por recuperar la competitividad y frenar la inflación.