En plan de reestablecer el diálogo con los gobernadores tras la derrota electoral, el Gobierno impulsó dos gestos políticos este miércoles: resucitó el ministerio del Interior con Lisandro Catalán a la cabeza y sumó a Luis Caputo, el titular del Palacio de Hacienda, a la Mesa Federal que encabeza el jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
La decisión del presidente Javier Milei tomó a todos por sorpresa en Balcarce 50. El anuncio se dio a conocer antes de la tercera reunión de Gabinete de la semana, que comenzó a las 9.30 en el Salón Eva Perón, en la que ampliaron sobre los lineamientos que comenzaron a definir en la mesa política nacional.
Según pudo constatar El Cronista, Catalán estrenó su cargo en la mesa ministerial este mismo miércoles. Todavía no dieron precisiones sobre cuándo será la jura protocolar, pero estiman que será un acto chico.
En la previa más temprano, Francos también inauguró la Mesa Federal junto a Catalán, el ministro de Economía y el jefe de Estado. "En esta nueva etapa en que consideramos imprescindible implementar las reformas estructurales en las que hemos trabajado, estamos dispuestos a profundizar los vínculos con las provincias que comparten el espíritu de cambio", ratificaron.
Según enfatizaron en la Casa Rosada, la incorporación de Luis Caputo es representativa de que el Gobierno está dispuesto a disponer de recursos del Estado para negociar con los mandatarios provinciales. "Es un símbolo para los gobernadores", precisaron desde un despacho. Fue también un dato novedoso de la agitada mañana gubernamental.
En paralelo, el ministro también recibió en el Palacio de Hacienda al gobernador de Chubut, Ignacio Torres y el ministro de Economía y Producción de Tucumán, Daniel Abad, para avanzar en la normalización de las relaciones fiscales con las provincias al firmar convenios con Chubut y Tucumán en el marco del Régimen de Extinción de Obligaciones Recíprocas. Se trata, en esencia, de compensar deudas entre Nación y Provincia y transferir obras y viviendas.
El empoderamiento de Catalán como ministro del Interior también es interpretado en este sentido. El último había sido Francos, que se lució con el tratamiento de la Ley Bases. Cuando este asumió como jefe de Gabinete tras la salida de Nicolás Posse en mayo del 2024, el área de Interior pasó a funcionar como una dependencia de Jefatura y de allí surgió Catalán como secretario de Interior.
Pese a que en la práctica Catalán ya funcionaba como una de las espadas de Francos para dialogar con los gobernadores, en el Gobierno hacen una lectura doble de su asenso: primero, significa que les otorgan a los gobernadores un interlocutor de peso con rango ministerial y, segundo, ven un "espaldarazo a Francos" en cuanto a que el presidente decidió poner a su mano derecha frente a esa cartera.
Catalán, quien en su momento supo ser uno de los nombres que barajaron como posible candidato en Tucumán pero consideraron que no midió lo suficiente, durante este año de gestión se involucró en la cotidianidad de las reuniones de mesa política que llevaban adelante con Francos, el asesor presidencial Santiago Caputo; la secretaria general de Presidencia, Karina Milei; el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y el asesor Eduardo "Lule" Menem.
Este último no fue corrido a un costado y sigue frecuentando en Casa Rosada como siempre, pese a los cuestionamientos que surgieron por el armado de listas que orquestó junto a Sebastián Pareja. Pero, a diferencia del armador bonaerense, "Lule" no fue institucionalizado por el Presidente cuando decidió este lunes intervenir en la mesa política nacional.
El silencio sobre el rol de "Lule", que igualmente siempre se manejó desde las sombras; y el fortalecimiento de Catalán como ministro fueron los únicos cambios que se desplegaron de la reconfiguración política que está evaluando el Presidente para revertir la derrota electoral para el 26 de octubre.
Sin embargo, los canales de diálogo todavía son inciertos. Por un lado, esta mañana también confirmó el portavoz presidencial que Javier Milei no acudirá al Congreso para presentar el proyecto de Presupuesto 2026 y, en cambio, lo hará en la Casa Rosada por cadena nacional. Además, por ahora se mostraron inflexibles en la decisión de vetar las leyes que sancionó el Congreso y tienen fecha de vencimiento este jueves y viernes.
Dentro de esas leyes está la que pidieron los gobernadores para distribuir los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), que implicarían solamente un 0,05% del PBI para este año y un 0,15% para el año que viene. En esencia, pide que se les devuelva a las provincias los ATN no transferidos. El Gobierno por ahora insiste con que lo vetará este viernes 12 de septiembre, cuando se vence el plazo del Ejecutivo, pero no descartan negociar en esos términos más adelante.
Desde Casa Rosada no quieren abrir la billetera y "empezar a repartir ATN como caramelos" con los gobernadores aliados para negociar, pero sí quieren mostrarse dispuestos a resolver cuestiones dentro del margen del equilibrio fiscal. La conversación por el Presupuesto, en ese sentido, será clave, al igual que el resurgimiento del proyecto para "sacar los dólares del colchón" y aumentar la recaudación de las provincias. El desafío, admiten, es recobrar credibilidad.