El grupo belga Nomacorc, el mayor fabricantes de corchos sintéticos del mundo, eligió la provincia de San Juan para instalar su cuarta fábrica mundial, con el objetivo de proveer a la industria vitivinícola local y de países vecinos.
La instalación de la fábrica, que se inaugura oficialmente este semana pero opera ya desde el 21 de enero, demandó u$s 1 millón de inversión, a cargo de la empresa argentina Insumos Andinos, importadora y distribuidora (y ahora fabricante) de Nomacorc, a la que proveyó del know how y de los equipos. Así, San Juan se suma a las plantas que Nomacorc ya tiene en Estados Unidos, Bélgica y China.
El proyecto comenzó a fines de 2008, porque crecimos mucho, hasta controlar el 10% del mercado local, y necesitábamos tener un gran stock para proveer a la Argentina, de 10 millones de corchos sintéticos permanentes, lo cual nos ocasionaba problemas financieros, por el alto stock inmovilizado, explicó Eduardo Casaubon, gerente General de Insumos Andinos.
Ese proyecto de fabricación nacional y sustitución de importaciones, presentado a fines de 2010 al gobernador sanjuanino José Luis Gioja, le permitió seguir creciendo en los últimos años. En 2012 hubo trabas a la importaciones, que nos afectaron, pero nos salvó el proyecto de fabricación; luego de comprobar la inversión en curso, pudimos seguir importando, comentó Casaubon.
Hasta 2012, la empresa importaba cerca de u$s 1 millón anuales. Por un acuerdo con Nomacorc, proveerá además desde la Argentina a bodegas de países vecinos, como Brasil, Uruguay, Paraguay, Bolivia y, en menor medida, Chile.
Los tapones de Nomacorc son elaborados con plástico, bajo el modo de co-extrusión, que permite una consistencia en la transmisión de oxígeno al vino, al ser de una textura esponjosa con poros, similar a los flota flota, que es invención de la misma firma belga, explicó Casaubon. Hasta hoy, en el país se elaborabas sintéticos por inyección, otro método diferente y con distintos resultados.
Los corchos sintéticos son más económicos que los de alcornoque (usados sobre todo en alta gama) y no transfieren defectos a los vinos. En una década, estos tapones crecieron globalmente de cero al 20% de los 18.500 millones de tapones de vino anuales. Por ser de plástico, están fuera de la suba del arancel de 10% a 35% a la importación de corchos aglomerados (base a madera), que lo beneficiará, ya que tornará más costosos sus competidores.
En su momento, Nomarcorc estudió instalar la planta en Chile, pero finalmente su socio local lo convenció de hacerlo en la Argentina, donde abastece a 150 bodegas, en vinos de $15 a $80. No tuvimos beneficios impositivos de ningún tipo ni préstamos subsidiados. Logré convencerlos porque el mercado interno argentino es muy grande, aclaró.
Este año, prevén producir 90 millones de unidades anuales, similar a lo que importó en 2012, pero prevén llegar a 180 millones en dos años y, así, captar el 20% del mercado local, desde el 10% actual. La empresa factura unos $ 15 millones.
Nomacorc es el segundo fabricante de corchos del mundo, con el 15% del vino embotellado, con 2.400 millones de unidades, detrás de la portuguesa Amorim, pero lidera en sintéticos, con el 65% global.