Tomar riesgos en la vida, forma parte de una personalidad que toma decisiones importantes todos los días. Algunas personas tienen algo diferente en su interior que hace que tomen decisiones con mayor riesgo que otras personas.
El proceso mental de la toma de decisiones es complejo, e incluye la ecuación masivamente conocida de costo-beneficio. Algunas personas están dispuestas a tomar una decisión en la cual el costo aparenta ser mayor al beneficio, si se analiza a corto plazo. Pero a veces, esas mismas personas hacen una evaluación con una visión a futuro que en algunas ocasiones es difícil de entender. Y, en esos casos con el paso del tiempo, claramente demuestran que tenían razón o tomaron la decisión correcta aunque algunos integrantes de su equipo no entendieran lo que hacían.
Este ejemplo ocurre en algunos empresarios que toman decisiones laborales importantes que impactan en la estructura de su empresa a nivel de las personas que la conforman o deciden la compra de algo material que tiene un costo de millones de dólares o euros, y que la mayoría no entienden porque lo hicieron.
¿Qué significa tomar riesgos?
Algunas personas son más propensas a tomar riesgos, ya sea en la vida personal, en el ámbito laboral o simplemente practicando un deporte como saltar de un avión con un paracaídas o saltar de un puente atado con una cuerda (bungee dumping o puentismo). Tomar riesgos es una característica natural del comportamiento humano que se produce en condiciones de incertidumbre y supone una ecuación entre un beneficio contra un resultado perjudicial, lo que comúnmente se conoce como una situación de costo -beneficio. En algunas oportunidades, las personas no son conscientes o no miden la consecuencia que tiene tomar una decisión riesgosa. Igualmente todas las decisiones finalmente tienen un costo.
La investigación evolutiva demostró que la propensión a tomar un riesgo es más frecuente durante la adolescencia en comparación con la niñez y la edad adulta. Se ha sugerido que esto se debe a la inmadurez relativa de los circuitos cerebrales que intervienen en la regulación del comportamiento y en el proceso mental de la toma de decisiones. El gen DRD4 se asocia a personalidades que toman riesgos.
Lo interesante es que pareciera que algunas personas mantienen esta característica de tomar riesgos importantes durante su vida, y pueden llegar a convertirse en exitosos empresarios que generalmente nadie entiende cómo construyeron tal imperio o cómo invirtieron tan exitosamente en un negocio que la mayoría descartó o no tuvo la visión de realizarlo.
Algunas personas dicen que siguen su instinto y manifiestan que su decisión está más basada en el impulso que en el análisis matemático. Por supuesto, que aunque sea tomar un riesgo, me refiero a decisiones pensadas de manera inteligente.
En este mecanismo cerebral en el cual participan múltiples procesos complejos, está demostrado como una virtud personal e innata también se potencia con los factores externos como por ejemplo, si una persona creció en una familia de empresarios y tuvo una gran exposición a esta actividad, aprendió y a su vez, le gusta, tiene mayores probabilidades de desarrollarse y tener éxito en esa actividad. Es la interacción entre la genética y el mundo externo. Cada uno de nosotros hereda la mitad de nuestra información genética (ADN) de nuestra madre y la otra mitad de nuestro padre. Pero, todos tenemos experiencias distintas aunque estemos presentes en la misma situación o momento. Por lo tanto, lo que hace que algunos empresarios tengan las agallas para tomar ciertas decisiones importantes con un riesgo importante, pero que a su vez, los convierta en exitosos, es la sinergia de sus genes, la pasión en lo que hacen, su personalidad, y la interacción con el medio ambiente.
No todas las personas tienen un talento para tomar riesgo, y decisiones exitosas. Si es su caso, siga aprovechando de esa virtud, en esta columna le explique porque Ud. puede lograrlo con tanta facilidad, y la mayoría todavía no entiende cómo lo hizo.