El Presidente Javier Milei se mostró decidido a mantener tanto el rumbo (lo cual no está nada mal) como los métodos (puede ser cuestionable). En materia política dejó abierta la posibilidad de explorar una integración más amplia con el sector del PRO que lidera Mauricio Macri, pero volvió a hablar de traición, corrupción y de intereses contrarios al bienestar general al referirse a quienes reclaman consenso y/o no apoyaron el proyecto de Ley ómnibus. En materia económica, expresó que ni la 'motosierra' ni la 'licuadora' son negociables y que cada día, gracias a las compras de dólares y a la licuación de los pasivos del BCRA, se está cada vez más cerca de poder dolarizar. Con este panorama, vale la pena analizar dónde estamos parados y cuáles son las preguntas que se abren hacia el futuro inmediato. Cuestiones económicas: Cuestiones políticas: Cuestiones económicas: Cuestiones políticas: En síntesis, el fracaso en el tratamiento del proyecto de Ley ómnibus, el riesgo de que el DNU pueda correr una suerte parecida una vez que se convoque a la comisión encargada de su tratamiento legislativo, y el paquete de emergencia (el plan de estabilización) algo desdibujado y experimentando algunos retrasos importantes en su implementación complican una reducción más contundente de la incertidumbre y una mejora ostensible y sustentable de las expectativas de la opinión pública. Los mercados, por su parte, no han abandonado su optimismo inicial pero, si bien el rumbo es el correcto, si no se reduce la ambigüedad en materia fiscal, monetaria y cambiaria el optimismo podría mutar rápidamente.