La violencia como componente estructural del hombre en la sociedad tiene alcances devastadores. La palabra deriva del latin vis, que significa "fuerza, poder". La violencia es una fuerza destinada a sojuzgar a otros para el beneficio y la satisfacción del deseo de uno. Amenaza la existencia del otro y apunta a lograr que el otro ceda y se adapte a uno.
Con frecuencia se pueden observar en las noticias hechos de este tipo que tienen como protagonistas a jóvenes de 11 a 17 años. Varios profesionales relacionados al sector escolar coinciden en que, víctimas y victimarios, hoy los jóvenes y adolescentes argentinos son hijos de una sociedad violenta, desigual y fragmentada que los empuja al miedo y a la desconfianza, a la frustración, al resentimiento y a la venganza.
La violencia es una fuerza destinada a sojuzgar a otros para el beneficio y la satisfacción del deseo de uno.
La licenciada Norma Krasnapolsky, psicóloga egresada de la Universidad de Buenos Aires, especializada en familia y coordinadora del programa de adopción del Hospital Dra. Carolina Tobar García señala en un artículo que las frustraciones y resentimientos que albergan los adultos dan lugar a dificultades para conectarse emocionalmente con sus hijos, cuidarlos y orientarlos.
En el informe de seguimiento de la educación en el mundo realizado por la UNESCO en el 2016 se revela que los factores que más influyen sobre el comportamiento de los chicos son la familia, la pobreza o la marginalidad y los medios de comunicación, en ese orden.
Otro factor a tener en cuenta en el caso de la violencia escolar es la orientación sexual y por la identidad o expresión de género de los adolescentes. Es de gran relevancia mencionar que en algunos países, 85% de los estudiantes gays, lesbianas, bisexuales y transgénero son víctimas de violencia homófoba y transfóbica en la escuela, en tanto que 45% de los estudiantes transgénero abandonan la escuela, según datos de la UNESCO expuestos en su informe realizado en 2016 con motivo del Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia.
Este es un dilema que reclama una solución urgente. Frente a la violencia, aparecen la ley y las normas como reguladoras. Faltan leyes que resguarden la crisis que estamos sobrellevando.
La Argentina encabeza la lista de violencia escolar de Latinoamérica
Un informe de la Unesco realizado en el año 2017 bajo el título de "Posicionamiento sobre adolescencia en el país" concluyó que la Argentina lidera el ranking de insultos y agresiones físicas en los colegios. Destacó la influencia de este tipo de situaciones en el desempeño académico de los alumnos.
El informe revela que la Argentina lidera actualmente los rankings de bullying o acoso escolar en los establecimientos educativos, en la región: 4 de cada 10 estudiantes secundarios admite haber padecido acoso escolar, mientras que 1 de cada 5 dice sufrir burlas de manera habitual.
Los autores examinaron los resultados de 2969 escuelas, 3903 aulas y 91.223 estudiantes de 6º grado de la Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay.
En términos de insultos o amenazas, la Argentina es el país que muestra las cifras más altas. Detrás figuran Perú, Costa Rica y Uruguay, donde más de un 30% de los alumnos afirman haber sido maltratados verbalmente por algún compañero.
Respecto a la violencia física entre pares, cinco países muestran altos niveles: la Argentina (23,5%), Ecuador (21,9%), República Dominicana (21,8%), Costa Rica (21,2%) y Nicaragua (21,2%).
En este gráfico presentado por la UNESCO en su informe “Out in the open en el 2016 se puede observar que el 45% de los estudiantes transgénero en Argentina abandonan el colegio por algún tipo de violencia escolar, ya sea bullying, que se puede dar como violencia física o verbal o por ser excluídos del entorno escolar.