Desde hace algunos años se vienen instalando en Argentina Centros de Exportación de Servicios de Conocimiento (CESC), una apuesta muy significativa e innovadora que consiste en emplear jóvenes profesionales, capacitarlos y exportar el producto de su inteligencia.

Hoy, la exportación de servicios de conocimiento ocupa el tercer puesto en el país en cuanto a importancia, luego del agro y la industria automotriz. Invertir en conocimiento no sólo permite a las empresas crecer en volumen de trabajo, sino ampliar sus horizontes, imprimir valor agregado a sus productos y diversificar trabajos y perfiles profesionales.

En PwC Argentina, si bien seguiremos haciendo auditorías contables, la expansión de nuestro CESC nos permite desarrollar nuevos servicios como consultoría impositiva, ciber-seguridad, administración de accesos a sistemas, ética y cumplimiento, marketing y diseño, administración de cuentas de clientes, elaboración de propuestas comerciales, entre otros servicios. Los jóvenes profesionales son capacitados, trabajan en equipo, desarrollan habilidades técnicas y de liderazgo y su trabajo se exporta a países como Estados Unidos, donde valoran nuestro criterio profesional, proactividad e iniciativa.

El CESC de PwC Argentina nació en 2010 para hacer, desde su sede en Barracas, pequeñas partes de los procesos de auditorías contables de empresas norteamericanas. A medida que profundizábamos la capacitación y generábamos confianza en base a la calidad del trabajo, comenzamos a aumentar la complejidad de nuestros procesos llegando a ser más de 400 personas en junio de 2017.

Hoy, sumando otra sede en Olivos, son 700 los colaboradores con una proyección al año 2020 de superar los 1000 puestos de trabajo. A los perfiles tradicionales de ciencias económicas (contadores y licenciados en administración), se suman profesionales de carreras de sistemas, comunicación social, traductores, diseño gráfico, diseño multimedia y web, actuarios, abogados y licenciados en comercio exterior o internacional, entre otras carreras.

Esta experiencia no es aislada. Muchas empresas están tomando el camino de la diversificación de servicios. Invertir en conocimiento es la mejor manera de que el sector privado haga su aporte al desarrollo de nuestro país. El desafío es hacerlo realidad.