¿Qué será más eficiente? ¿Tomar decisiones en base a economistas que relatan cotidianamente historias cósmicas por la TV sin posicionamiento en activos argentinos? ¿O, por el contrario, descifrar la información implícita contenida en activos financieroscuyos precios reflejan las expectativas de especuladores profesionales que apuestan en lo que creen y se hacen cargo? El espíritu del mercado financiero se resume en una frase simple y contundente a la vez: "poné la plata donde está tu boca", implicando que los mercados votan todos los días y expresan su opinión de manera libre, transparente y fluida. Bajo este concepto, y diferencias de liquidez y extrapolaciones de curva aparte, uno podría hacerse una idea futura si se quiere -un tanto primitiva y sobresimplificada- del escenario de inflación y potencial devaluación del peso que se nos podría venir encima, si se relacionan tres mercados locales para el 2025: Si bien sus vencimientos y respectivas durations no son idénticas, se aproximan todas al año, por lo que me permito hacer la siguiente comparación, repito, simplificada, y evitando extrapolaciones mensuales de curva: Si se compara 1) y 2), la tasa resultante de indiferencia por arbitraje es: 46.60 % de inflación anualizada, implicando que el mercado espera para los próximos 12 meses una inflación promedio mensual de 3.24 %. La tasa de inflación esperada del 46.60 % significa que un inversor quedaría indiferente entre dos opciones alternativas. Primero, si se compra el bono a tasa fija, su retorno sería de 55.25 % anual. Segundo, si se compra el bono ajustable por inflación, su retorno real sería de 5.90 % lo que, sumado a una expectativa de inflación de 46.60 % anual, lo dejaría indiferente respecto a la primera opción (aclaro: los factores de rendimiento no se suman, sino que se multiplican). Si se compara 1) y 3), la tasa resultante de indiferencia por arbitraje es: 57.06 % de devaluación anualizada, implicando que el mercado espera para los próximos 12 meses una devaluación promedio mensual de 3.83 %. La tasa de devaluación esperada del 57.06 % significa que un inversor quedaría indiferente entre dos opciones alternativas. Primero, si se compra el bono a tasa fija, su retorno sería de 55.25 % anual. Segundo, si se compra el bono ajustable por tipo de cambio, su retorno real sería de -1.15 % lo que, sumado a una expectativa de devaluación de 57.06 % anual, lo dejaría indiferente respecto a la primera opción (aclaro: los factores de rendimiento no se suman, sino que se multiplican). Bajo estos parámetros implícitos, el retorno nominal anual para ambas opciones sería también de 55.25%. Precisamente, la información implícita que surge por arbitraje es la devaluación esperada, la cual en este caso asciende a 57.06 %. Finalmente, si se compara 2) y 3), la tasa resultante de indiferencia por arbitraje es -7 %, implicando que el mercado espera para los próximos 12 meses una devaluación del tipo de cambio real del 7 % y revelando, entonces, que los especuladores consideran que el dólar quedó barato frente al peso. Dado que el peso oficial cotiza en 962, estos parámetros implicarían un peso en 1.511 a un año vista. Todos estos números mejoran si en vez de utilizar el rendimiento de la LECAP se usa en su lugar el rendimiento implícito en el futuro de Rofex a agosto 2025, el cual asciende a 47 %, resultando en lo siguiente: Esta es la macro priceada hoy por el mercado argentino y, bajo la noción de que "nadie paga lo que no cree", en los precios siempre existe implícita una verdad para contar, obviamente que la misma tiene ruido y mucha locura, como es el resultado de cualquier precio de activo financiero aquí y en la China, pero a la vez, detrás de estas cotizaciones existen inversores pagando y por lo tanto, convalidando expectativas futuras en lugar de economistas hablando por TV, y por eso lo prefiero altamente. De acuerdo con estos precios, el mercado anticipa que en los próximos 12 meses el tipo de cambio nominal le ganará a la inflación, lo cual se condice con la percepción generalizada de que, hoy por hoy, el dólar quedó barato y debiera corregir en términos reales un 7 %. Todos estos parámetros obviamente irán cambiando de acuerdo con cómo fluya la dinámica de un país como la Argentina, que bate récords cotidianos de esquizofrenia, pero reflejan a la vez un concepto que es esencial a la hora de anticipar escenarios: los mercados votan todos los días y expresan su opinión de manera libre, transparente y fluida.