Cuando en marzo de este año empezamos a diseñar el próximo 61° Coloquio de IDEA, entendimos que el momento de cambio profundo no es exclusivo de la Argentina: el mundo también atraviesa transformaciones de fondo.
En nuestro país reconocemos los avances en la estabilización macroeconómica, pero todavía enfrentamos desafíos importantes que se suman a las dificultades estructurales. En este marco nos hacemos una pregunta de fondo: ¿cómo podemos desde Argentina ser más competitivos en un escenario internacional tan exigente?
Por eso, este año la competitividad será el eje principal que atravesará todo el Coloquio. Hace muchos años que desde IDEA pedimos "nivelar la cancha": una reforma impositiva para simplificar y eliminar distorsiones, una modernización laboral que refleje la realidad del trabajo del siglo XXI e instituciones estables, entre otras cosas.
Pero este año queremos que el debate nos interpele a los empresarios en primer lugar. No se trata solo de pedir condiciones. Por nuestra parte tenemos la responsabilidad de innovar, de volvernos más productivos, de ser más eficientes y salir a competir en Argentina y en el mundo.
Por eso el título del Coloquio, "Juega Argentina", es más que una consigna: es un llamado a la acción, a ponernos la camiseta y salir a ganar cada partido. Nos conecta con la pasión que despierta el deporte, pero al mismo tiempo nos convoca y nos desafía. La Argentina necesita salir a la cancha, competir y ganar su lugar en el mundo.
¿De qué vamos a hablar en el Coloquio?
De competitividad, revisar modelos de negocios, impulsar la innovación, fortalecer las cadenas de valor y apostar a la formación de capital humano. Este esfuerzo privado requiere también de un apoyo del sector público en la reducción del llamado "costo argentino": simplificación tributaria, modernización laboral, mejoras en infraestructura y un sistema financiero más dinámico.
De innovación, con casos de empresarios con mentalidad audaz, capaces de instalar una cultura innovadora en sus organizaciones, de ir por más, de buscar la excelencia a nivel mundial. No se trata solo de incorporar tecnologías, sino de abrirse a nuevas ideas, probar cosas nuevas, acertar y equivocarse, aprender de los errores y adaptarse con rapidez.
De empleo y educación para el empleo, con una convicción clara: el empresariado argentino quiere y necesita generar más trabajo formal, de calidad y sostenible. Para lograrlo, es clave reducir los costos laborales no salariales, modernizar la regulación y dar mayor previsibilidad en la justicia laboral. Al mismo tiempo, se debe fortalecer la escuela secundaria y garantizar que los jóvenes adquieran competencias básicas y tecnológicas para insertarse en un mundo laboral cada vez más desafiante.
Del sistema impositivo y como pasar de un esquema complejo y distorsivo, que desalienta la inversión y la formalización, a una hoja de ruta que simplifique, otorgue previsibilidad y premie a quienes producen, invierten y generan empleo.
De institucionalidad, porque no hay desarrollo posible sin confianza ni reglas claras. Transparencia en la gestión pública y en la gestión privada, independencia judicial y previsibilidad en las políticas más allá de los ciclos políticos. Sin instituciones sólidas, cualquier esfuerzo en competitividad, innovación, empleo o impuestos será insuficiente.
Estas visiones no son recetas cerradas sino una hoja de ruta construida colectivamente por el empresariado, desde la convicción de que Argentina puede -y debe- encontrar un rumbo sostenible. El Coloquio, una vez más, será el espacio para poner todos estos temas arriba de la mesa para seguir aportando para una mejor Argentina para todos.