A tan solo una hora de Bogotá se esconde un tesoro colonial que cada vez más viajeros eligen descubrir. Su nombre es Zipaquirá, y aunque suene familiar por su fama minera, pocos imaginan la experiencia mágica que ofrece al recorrer sus calles.
Con una historia que se respira en cada rincón y una de las construcciones subterráneas más impresionantes del mundo, Zipaquirá es mucho más que una escapada de fin de semana.
Un lugar que combina cultura, gastronomía y misterio, ideal para quienes buscan sorprenderse sin alejarse demasiado de la capital.
¿Qué ver en Zipaquirá? Los atractivos imperdibles del destino
Zipaquirá es reconocida por albergar la Catedral de Sal, una maravilla arquitectónica construida en el interior de una mina a 180 metros bajo tierra. Este lugar, considerado la primera maravilla de Colombia, combina espiritualidad y arte en un recorrido que deja sin aliento.
Pero no es lo único que vale la pena visitar. El Parque Villaveces, la Plaza Principal, el Museo Quevedo Zornoza y sus múltiples casas coloniales completan un paseo ideal para los amantes de la historia y la fotografía.
Cómo llegar a Zipaquirá desde Bogotá
Zipaquirá se encuentra a aproximadamente 49 kilómetros de Bogotá, lo que permite llegar en auto en menos de una hora, dependiendo del tráfico. También hay opciones de transporte público desde el Portal del Norte, con buses que parten constantemente durante el día.
El acceso es sencillo y económico, lo que convierte al pueblo en una opción perfecta para una visita espontánea o una escapada programada. Además, su cercanía permite disfrutar del lugar sin necesidad de hospedarse, aunque muchos prefieren quedarse para vivir la experiencia completa.
Gastronomía y artesanías: otro atractivo de Zipaquirá
El centro histórico de Zipaquirá está repleto de cafés, panaderías y restaurantes donde se puede probar desde ajíaco bogotano hasta postres típicos de la región. En este sentido, los mercados de artesanías ofrecen productos hechos a mano, ideales para llevar un recuerdo auténtico del lugar.
Para quienes disfrutan del turismo cultural y gastronómico, este destino representa una fusión ideal de sabores, texturas y tradiciones que conquistan todos los sentidos.