

En el oriente colombiano, muy lejos del turismo masivo y del bullicio de las grandes ciudades, se encuentra uno de los paisajes naturales más impresionantes del país: el Raudal de Maipures.
Se trata de un rincón remoto del Vichada, dentro del Parque Nacional Natural El Tuparro, donde el río Orinoco forma un espectáculo visual inigualable. Tal es su belleza, que el naturalista alemán Alexander von Humboldt lo llamó en 1800 "la octava maravilla del mundo".
Qué tiene el Raudal de Maipures que lo hace tan especial
Este lugar sorprende por la fuerza del agua y la majestuosidad del paisaje. Uno de sus principales atractivos es el llamado "balancín", una gran roca que permanece suspendida sobre otra, desafiando la corriente del Orinoco.

El paisaje expresa las formas del Escudo Guayanés, una de las formaciones geológicas más antiguas del planeta, y se convierte en un símbolo de la biodiversidad y riqueza natural de la Orinoquía colombiana.
El Tuparro: un parque con historia, geología y fauna excepcionales
El Raudal de Maipures se encuentra dentro del Parque Nacional Natural El Tuparro, declarado área protegida en 1970 y Monumento Nacional en 1982. Además, la Unesco lo reconoció como Reserva de la Biosfera, subrayando su importancia ecológica.
Este parque, que abarca más de 548 mil hectáreas, presenta una mezcla de selva húmeda y sabana tropical. Allí también se puede caminar por senderos que cruzan el bosque nativo y subir al Cerro Mavecure, una elevación que ofrece vistas espectaculares del entorno.
¿Qué hacer y cuándo ir al Raudal de Maipures?
El acceso al Raudal es principalmente por lancha, complementado con caminatas de entre 30 minutos y dos horas. El nivel de comodidad es básico, ideal para viajeros aventureros.
La mejor época para visitar es el verano, entre diciembre y marzo, cuando las aguas están más bajas y aparecen playas extensas. En invierno, la sabana se inunda y el paisaje cambia, con mayor humedad y lluvias, pero con igual encanto visual.
Además del raudal, se pueden explorar otros lugares cercanos como los Cerros de Mavecure, Pajarito y Mono, o llegar hasta la Estrella Fluvial del Sur, donde confluyen tres grandes ríos: el Orinoco, el Guaviare y el Atabapo. Es una travesía única, que requiere tiempo, pero que ofrece una de las experiencias más auténticas y fascinantes del turismo natural en Colombia.













