

El cáncer de hígado es una enfermedad silenciosa que, en sus primeras etapas, puede desarrollarse sin síntomas evidentes. Sin embargo, algunos signos tempranos, aunque sutiles, podrían marcar la diferencia si se detectan a tiempo.
En este sentido, identificarlos puede permitir un diagnóstico precoz y mejorar significativamente el pronóstico.
Entidades médicas como la American Cancer Society, Mayo Clinic y el MD Anderson Cancer Center han identificado tres síntomas iniciales comunes que muchas personas suelen pasar por alto.
1. Pérdida de peso involuntaria y sin explicación
Uno de los primeros síntomas que puede pasar desapercibido es la pérdida de peso sin una causa aparente. Según la American Cancer Society, este signo suele presentarse en etapas tempranas del cáncer de hígado y se asocia frecuentemente con otros síntomas digestivos.

Las personas tienden a atribuirlo al estrés, a cambios en la dieta o a una mayor actividad física, pero si la pérdida de peso es repentina o persistente, se recomienda consultar con un profesional de salud, ya que podría tratarse de una señal de advertencia del hígado.
2. Falta de apetito o sensación de saciedad temprana
La pérdida del apetito o sentir que el estómago se llena demasiado rápido también puede ser una señal de alerta. De acuerdo con Mayo Clinic, este síntoma se manifiesta cuando el hígado comienza a inflamarse o a generar presión sobre el estómago y otros órganos cercanos.

Muchas veces, quienes lo experimentan lo interpretan como una molestia estomacal común o un cambio pasajero, sin asociarlo a una enfermedad hepática. Sin embargo, si se combina con otros síntomas, puede ser clave para un diagnóstico temprano.
3. Dolor o presión en la parte superior derecha del abdomen
Otro síntoma temprano, según MD Anderson Cancer Center, es el dolor o molestia persistente en el cuadrante superior derecho del abdomen, justo debajo de las costillas. En algunos casos, el dolor puede irradiarse hacia la espalda o el hombro derecho.
Este síntoma suele aparecer cuando el hígado empieza a agrandarse o cuando hay una masa que presiona los tejidos cercanos. Aunque a menudo se confunde con problemas musculares o digestivos, es importante no ignorarlo, especialmente si persiste por varios días.












