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El escenario fiscal de Colombia atraviesa un momento decisivo. Aunque todo indica que el Gobierno Petro cumpliría la meta fiscal de 2025, los analistas advierten que el resultado tiene matices que no se ven a primera vista. Bajo la superficie, los factores que explican este aparente equilibrio no son señales de fortalecimiento estructural, sino piezas transitorias que podrían revertirse en los próximos años.

Los mercados han tomado nota de que el déficit estaría alineado con las metas trazadas, pero la pregunta que domina a economistas y bancos de inversión es si este logro es sostenible. Lo que ocurre con la deuda, el gasto público y el recaudo de la Dian será determinante para entender si estamos ante una estabilidad temporal o un alivio que esconde tensiones fiscales mayores.}

A esto se suma un clima económico en el que el dólar, la inflación y las operaciones de la Tesorería juegan un papel central. El Gobierno Petro tendría un cierre fiscal cercano al esperado, pero el verdadero debate apenas empieza: ¿qué tan sólido es ese cumplimiento y qué implicará para 2026?

Meta fiscal y deuda más costosa: los factores que explican el resultado

El Banco de Bogotá proyecta que el déficit fiscal terminará alrededor de 7,1% del PIB, exactamente lo comprometido. Sin embargo, ese cumplimiento se apoya en un descenso del costo de la deuda explicado por un dólar más barato de lo anticipado y por operaciones agresivas de manejo de pasivos. El pago de intereses, que debía estar cerca del 4,7% del PIB, se movió entre 3,2% y 3,8%, creando un espacio inesperado para Hacienda.

El Gobierno lograría su meta fiscal. (Fuente: archivo)
El Gobierno lograría su meta fiscal. (Fuente: archivo) Fuente: EFEMauricio Dueñas Castañeda

El Gobierno Petro también se ha beneficiado de un PIB nominal más alto por la combinación de inflación y actividad económica, lo que reduce la relación entre el pago de intereses y el tamaño de la economía. A esto se suman compras de TES, canjes y operaciones forward que aplazaron vencimientos hacia 2026. Son estrategias válidas, pero que aumentan la dependencia de deuda interna y encarecen los compromisos futuros.

Recaudo de la Dian y gasto público: el talón de Aquiles de la sostenibilidad fiscal

El mayor riesgo está en el recaudo de la Dian, que avanza muy por debajo de lo previsto. El recaudo neto crece cerca de 9,6%, lejos del 14,6% esperado, y solo sostiene su ritmo gracias a medidas como el Decreto 572 de 2025, que elevó las autorretenciones, y al fortalecimiento del IVA en combustibles importados. Sin esos ajustes, el faltante sería aún mayor.

Mientras tanto, el gasto público continúa creciendo a un ritmo elevado. La ejecución del Presupuesto General ya supera niveles históricos y el déficit primario podría cerrar en -3,4% del PIB. El Gobierno Petro cumpliría la meta fiscal, sí, pero lo hará apoyado en alivios transitorios, un mayor uso de deuda interna y un recaudo debilitado que pone presión sobre la sostenibilidad de los próximos años.