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Durante siglos, imaginar el paisaje prehistórico de América latina fue pensar en gigantes que vagaban libres: perezosos del tamaño de un auto, gliptodontes acorazados, caballos fósiles. Ahora, un nuevo estudio pone a los humanos en el centro de esa escena.

Según investigadores de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), ambos de Argentina, los primeros habitantes del continente no solo cazaron megafauna, sino que esta fue la base de su dieta durante miles de años.

Un hallazgo que cambia lo que sabíamos sobre los primeros cazadores

El trabajo, publicado en la revista Science Advances, analizó restos arqueológicos del Cono Sur e interpretó la importancia relativa de distintas presas en sitios anteriores a la extinción (11.600 años). La nota institucional de la Universidad Nacional de La Plata (Argentina) resume que el equipo logró demostrar que la megafauna extinta fue la presa principal de los antiguos habitantes de la región.

En palabras publicadas por la UNLP: "Lo novedoso de este trabajo es que pudimos mostrar que los humanos tuvieron en la megafauna su principal recurso alimenticio. Estos grandes mamíferos fueron la base principal de su subsistencia".

Los autores (Luciano Prates, Matías E. Medina e Iván Pérez) aplicaron el Modelo de Elección de Presa para evaluar costos y beneficios y ordenaron las especies según el rendimiento esperado; la megafauna aparece en el tope de ese ranking en los contextos previos a la extinción.

¿Los humanos fueron responsables de la extinción de la megafauna?

Durante décadas, la desaparición de los grandes animales sudamericanos se explicó casi exclusivamente por los cambios climáticos del final del Pleistoceno. Sin embargo, esta nueva evidencia reaviva el debate sobre la responsabilidad humana.

Los científicos sostienen que la caza intensiva de grandes mamíferos pudo haber acelerado su extinción en momentos de vulnerabilidad ecológica. No fue la única causa, pero sí un factor determinante que se sumó a las transformaciones ambientales de la época.

El equipo de investigación concluye que la presión de los cazadores alteró los equilibrios naturales, forzando un colapso de las especies más grandes y lentas para reproducirse. En síntesis: el hambre humana cambió la historia de la fauna en el continente.

¿Qué impacto tuvo este descubrimiento en América latina y Colombia?

Aunque el estudio se concentró en el sur del continente, sus implicaciones alcanzan toda América latina. En regiones como Colombia, donde se han hallado fósiles de mastodontes y grandes perezosos, la pregunta ahora es si nuestros antepasados también los cazaron.

Varios yacimientos arqueológicos en el Magdalena Medio y el altiplano cundiboyacense podrían contener pistas aún no analizadas bajo esta nueva mirada.

Los investigadores sugieren revisar viejos hallazgos con nuevas técnicas de datación y análisis microscópico para detectar huellas humanas. Si se confirman patrones similares, la historia de la relación entre humanos y megafauna en el trópico americano también podría reescribirse.