En tiempos donde casi todo depende de estar conectado, imaginar un mundo sin internet parece una distopía. Pero ¿qué pasaría si, por alguna razón, toda la red global se apagara durante 24 horas? Usando datos reales y escenarios previos, varios modelos de inteligencia artificial se han planteado esta hipótesis. Y sus respuestas son tan inquietantes como posibles.
Aunque nunca ha ocurrido una desconexión global total, las interrupciones regionales permiten trazar un panorama concreto. Desde la economía hasta los hospitales, pasando por el transporte, las finanzas y la vida cotidiana, el apagón afectaría cada rincón del mundo.
Un golpe económico de USD 43.000 millones
La primera consecuencia sería financiera. Según un informe de Allconnect, una caída global del internet por un solo día podría generar pérdidas estimadas en USD 43.000 millones en todo el planeta. El cálculo contempla el parate de plataformas de comercio, servicios financieros, operaciones logísticas y compañías tecnológicas.
Empresas como Amazon, JD.com o Alibaba perderían entre USD 300 y 400 millones por día si se interrumpieran sus servicios digitales. En paralelo, la consultora Open Gear estimó en 2020 que casi un tercio de las compañías del mundo han sufrido pérdidas millonarias por cortes de red, incluso parciales, en años anteriores.
Caos en servicios de emergencia y salud
Más allá del dinero, el apagón tendría un impacto crítico en los servicios esenciales. En Canadá, por ejemplo, un fallo masivo en la empresa Rogers en 2022 dejó sin línea de emergencia al país entero durante horas. Ni las ambulancias ni la policía podían ser contactadas, y miles de comercios se quedaron sin posibilidad de cobro electrónico.
Lo mismo ocurrió en Yemen, cuando un corte en los cables submarinos dejó al país prácticamente incomunicado. Las conexiones de hospitales, aeropuertos y bancos se volvieron inútiles. Y no hace falta ir tan lejos: en julio de 2024, una falla global vinculada a la empresa CrowdStrike generó un colapso informático que afectó a aerolíneas, centros médicos y empresas públicas en más de 10 países.
Dijo ChatGPT al ser consultada: "Si la humanidad se quedara sin internet durante un solo día, el impacto sería inmediato y generalizado: se paralizarían los sistemas financieros, colapsarían las comunicaciones, millones de transacciones quedarían inconclusas y servicios esenciales como salud, transporte y seguridad verían interrumpidas sus operaciones".
Y siguió: "En cuestión de horas, la desconexión provocaría pérdidas millonarias y un caos informativo global, dejando a gobiernos, empresas y ciudadanos sin acceso a datos, coordinación ni herramientas básicas para funcionar".
Una sociedad desconectada y sin rumbo
Para los modelos de IA como ChatGPT, la caída de internet también provocaría un shock organizativo. Muchas empresas y gobiernos verían interrumpido su flujo de información. Las decisiones se ralentizarían, los equipos quedarían paralizados y se activarían protocolos de emergencia ante la imposibilidad de operar online.
Además, habría efectos sociales visibles. La desinformación podría intensificarse al propagarse rumores sin posibilidad de contrastarlos en tiempo real. La falta de acceso a herramientas digitales dejaría a muchos ciudadanos -y hasta a la propia IA- dependiendo de memorias caché, servidores locales o copias offline.
¿Es posible prepararse?
Aunque un apagón global total es poco probable, los expertos recomiendan planes de contingencia en todos los niveles. Algunas empresas trabajan en redes satelitales o sistemas descentralizados para evitar colapsos. A nivel doméstico, contar con canales alternativos, archivos físicos y medios de respaldo podría ser clave.
Desde el punto de vista de la IA, la predicción es clara: un día sin internet no solo sería una pausa digital, sino una crisis económica, sanitaria y social a gran escala. Una alerta que, por ahora, queda en el terreno de la especulación... pero con bases sólidas.