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En las montañas del oriente antioqueño, donde el tiempo parece detenerse entre cafetales y neblina, vive un hombre que ha desafiado todas las estadísticas. Julio Enrique Saldarriaga Hernández acaba de cumplir 112 años y es reconocido por el Gerontology Research Group como el colombiano más longevo, convirtiéndose en un fenómeno que fascina tanto a su comunidad como a la ciencia internacional.

¿Cómo un campesino logró vivir 112 años en Colombia?

Su historia comenzó cuando ni siquiera había iniciado la Primera Guerra Mundial, y desde entonces ha sido testigo de más de un siglo de transformaciones históricas.

Desde niño, la vida de Julio estuvo marcada por el trabajo duro. A los 10 años ya trabajaba quemando carbón y aserrando madera, actividades que implicaban largas jornadas en el monte y recorridos a pie para vender el producto en los pueblos cercanos. Posteriormente se dedicó a hacer tapetusa, un aguardiente artesanal típico de Antioquia.

¿Cuál es el secreto de su extraordinaria familia de 180 descendientes?

La historia de amor de Don Julio parece sacada de una novela. A los 17 años conoció a María Calista García, con quien mantuvo un largo noviazgo antes de casarse en 1935. Juntos construyeron algo que trasciende lo ordinario: una familia de proporciones épicas.

El campesino antioqueño Julio Saldarriaga en su cumpleaños 110 en 2023, cuando se convirtió oficialmente en supercentenario. Su caso despierta interés científico mundial. (Imagen: GRG

Juntos formaron una familia de 19 hijos y, con el paso de los años, la descendencia se multiplicó hasta alcanzar los 180, entre hijos, nietos, bisnietos y tataranietos. María Calista falleció hace doce años, cerca de cumplir los 100 años, pero su presencia sigue viva en cada reunión familiar.

¿Por qué la ciencia estudia sus genes de longevidad?

El caso de Don Julio no es solo una curiosidad local. Su historia ha despertado el interés de la comunidad científica y social, que busca comprender los factores que han permitido a este campesino atravesar más de un siglo de vida.

Los científicos han encontrado pistas reveladoras en su árbol genealógico. Su madre vivió hasta los 90, su padre hasta los 75, su hermano tiene 95 años, y su esposa estuvo cerca de alcanzar los 100, sugiriendo una fuerte huella genética de longevidad.

En 2022, se logró la secuenciación completa del genoma humano, y al año siguiente, universidades colombianas realizaron las primeras secuenciaciones de personas centenarias en el país, abriendo la puerta a investigaciones que buscan identificar las claves genéticas de la longevidad.

¿Qué factores sociales explican su longevidad extrema?

Más allá de la genética, la ciencia ha identificado factores sociales cruciales. Investigaciones recientes, especialmente de la Universidad de Chicago, han señalado que, a partir de los 80 años, las relaciones sociales sólidas y amplias se convierten en un factor determinante para la longevidad.

Don Julio encarna perfectamente este patrón. Hasta 2020, se desplazaba con autonomía por las calles de El Carmen de Viboral, interactuando con vecinos y conocidos. Aunque la pandemia afectó su movilidad, logró adaptarse con el apoyo de una silla de ruedas y, sobre todo, gracias al cuidado constante de su hija Ubiter y sus nietas Nelly y Marleny.

¿Cuáles son los hábitos que mantienen vital a los 112 años?

Los "secretos" de Don Julio sorprenden por su simplicidad. Atribuye su buena salud a rutinas como baños de aguardiente y una dieta sencilla, además del contacto constante con su familia y amigos.

Sigue recibiendo a familiares y vecinos en su bar preferido de El Carmen, donde no falta el ron ni la música. Allí, con la sonrisa tranquila de quien ha sobrevivido a guerras, pandemias y carencias, suele invitar a un último trago.

Como él mismo dice con buen humor: "¿Hay tiempo pa' un ron más?", demostrando que aún tiene ganas de vivir plenamente.

¿Qué revela Colombia sobre la longevidad mundial?

El caso de Don Julio se enmarca en un fenómeno demográfico más amplio. Colombia cuenta actualmente con 19.400 personas mayores de 100 años, una cifra que refleja un cambio demográfico significativo respecto a décadas anteriores, cuando alcanzar el siglo de vida era una rareza.

La Organización de las Naciones Unidas afirma que en el mundo entero existen cerca de 573.000 personas mayores de 100 años, en 2021. Colombia aporta un 3,3% a la cifra mundial, una participación notable considerando que representa solo el 0,65% de la población mundial.

Los científicos enfatizan que solo alrededor del 20% de la duración de vida de una persona depende de la herencia genética, mientras que el 80% restante está determinado por el entorno y los hábitos cotidianos.

¿Qué mensaje deja Don Julio para las nuevas generaciones?

Hoy Julio Enrique no solo representa récords, sino también esperanza. Su vida es testimonio de que longevidad no es sólo cuestión de años, sino de sentido de pertenencia, de respeto, de comunidad, de memorias compartidas.

Su historia desafía muchos preceptos modernos sobre el cuidado extremo. Los neurocientíficos han planteado que una de las cosas más fascinantes de los supercentenarios es la forma en la que se pasan por la faja muchos de los preceptos que pregonan el exceso de cuidado y bienestar como secretos para tener una vida larga.

Las montañas del oriente antioqueño en El Carmen de Viboral han sido el hogar de Don Julio durante más de un siglo, contribuyendo posiblemente a su excepcional longevidad. (Imagen: archivo)

En El Carmen de Viboral, Don Julio es tratado como una celebridad, pero él sigue siendo el mismo campesino humilde que encuentra la felicidad en los pequeños placeres: la familia, los amigos, la música y sí, ese trago de ron que comparte con quienes lo visitan, demostrando que el secreto de la longevidad podría estar, simplemente, en la capacidad de celebrar la vida cada día.