

Después de más de cinco décadas sin pruebas documentadas, científicos lograron registrar en fotografía al azor de Nueva Bretaña (Accipiter princeps), una rara ave de presa considerada vulnerable y endémica de Papúa Nueva Guinea. El hallazgo fue confirmado por la organización ambiental WWF, que calificó el descubrimiento como un hito para la conservación de la biodiversidad global.
La imagen fue capturada por el fotógrafo Tom Vierus en un remoto bosque de la región de Pomio, en la isla de Nueva Bretaña, mientras trabajaba junto al equipo de WWF-Pacífico y guías de comunidades locales.
Este registro representa la primera fotografía confirmada de la especie desde 1969, lo que lo convierte en un acontecimiento de gran valor científico e histórico.
El azor de Nueva Bretaña reaparece tras medio siglo sin registros oficiales
El Accipiter princeps es un ave rapaz poco conocida, incluida en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, y cuyo último ejemplar científicamente confirmado se remonta a un espécimen preservado en un museo de Nueva York en 1969. Desde entonces, solo se habían reportado avistamientos no documentados, lo que generó dudas sobre su supervivencia en estado silvestre.

Tom Vierus, autor de la fotografía, relató que tomó imágenes de varias aves sin saber que una de ellas correspondía al escurridizo azor. La confirmación llegó días después, cuando especialistas en ornitología analizaron las imágenes y corroboraron la identidad del ave.
Biodiversidad única y amenazas crecientes en los bosques de Papúa Nueva Guinea
El avistamiento tuvo lugar en la cordillera de Nakanai, un ecosistema montañoso reconocido por su riqueza biológica y considerado Patrimonio Natural Tentativo por la UNESCO. Esta región alberga especies endémicas y ecosistemas comparables en valor ecológico con el Amazonas y la cuenca del Congo.

Sin embargo, la tala ilegal, la minería, la expansión agrícola y proyectos de infraestructura amenazan seriamente el hábitat del azor y de muchas otras especies de la zona. Para Oscar Pileng, representante de WWF, este descubrimiento debe servir como punto de partida para exigir medidas urgentes de conservación y reforzar la protección ambiental en territorios que aún conservan su riqueza natural.












