

En Turquía se encuentra uno de los sitios arqueológicos más enigmáticos del mundo: Göbekli Tepe. Considerado el templo más antiguo de la humanidad, este yacimiento ha cambiado la visión sobre el inicio de las sociedades organizadas. Su antigüedad supera los 11.000 años y lo sitúa miles de años antes de las primeras ciudades conocidas.
El hallazgo fue identificado en la década de 1960, pero no fue hasta 1994 cuando el arqueólogo alemán Klaus Schmidt inició excavaciones sistemáticas que revelaron su importancia. Desde entonces, los trabajos han mostrado estructuras monumentales que no corresponden con la imagen tradicional de grupos nómadas simples.
Hoy, Göbekli Tepe es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y continúa siendo objeto de investigaciones que aportan nuevos datos sobre la vida en el Neolítico. Solo un pequeño porcentaje del lugar ha sido excavado, lo que deja abierta la posibilidad de futuros descubrimientos de gran impacto.

¿Cuál es el templo más antiguo del mundo en Turquía?
Göbekli Tepe está compuesto por enormes pilares de piedra en forma de T , algunos de hasta 5,5 metros de altura. Muchos de ellos están decorados con relieves de animales como zorros, jabalíes y aves, además de símbolos geométricos.
Estas representaciones sugieren un pensamiento simbólico avanzado en comunidades que aún no conocían la cerámica ni la agricultura consolidada. Los arqueólogos sitúan la construcción del templo entre el 9600 y el 8200 a.C. Su complejidad arquitectónica y el esfuerzo necesario para levantar las piedras indican una organización social mucho más desarrollada de lo que se pensaba para ese periodo.
Nuevos hallazgos en Göbekli Tepe
Excavaciones recientes han revelado estructuras que podrían ser habitacionales, lo que sugiere que el sitio no fue únicamente un espacio ceremonial. Se han encontrado herramientas, restos de molienda y otros elementos que apuntan a una vida cotidiana alrededor del templo.
Además, se descubrió una estatua de jabalí a tamaño real, con restos de pigmentos rojos, blancos y negros, considerada una de las primeras esculturas pintadas de la historia. Estos hallazgos refuerzan la idea de que Göbekli Tepe no solo fue un templo religioso, sino un centro clave en el desarrollo de la civilización humana.










