

El papa León XIV asumió como nuevo sumo pontífice luego de ser elegido como reemplazo del papa Francisco. En este marco, y con la llegada del primer Santo Padre estadounidense, se retomaron ciertas tradiciones milenarias del Vaticano que Bergoglio había dejado de lado.
Recientemente se conoció la noticia de que León XIV volvería a residir en el Palacio Apostólico, un lugar histórico creado en 1473. De esta manera, el nuevo representante de la Iglesia Católica decidió retomar esta tradición milenaria y eligió al monumento religioso como su hogar.
El papa Francisco, en tanto, decidió romper con esta tradición cuando fue electo en 2013 y seleccionó a la Casa Santa Marta como su vivienda oficial. Se trata de un lugar más sencillo y accesible dentro del Vaticano. Esto fue visto como un gesto de humildad y con el objetivo de estar más cerca del personal eclesiástico.

Nuevos lujos en el papado: el regreso del papa León XIV al Palacio Apostólico
El regreso del papa León XIV al Palacio Apostólico retoma la tradición milenaria en cuestión: usualmente, los pontífices residen en esa parte del Vaticano, con el objetivo de tener más comodidades a la hora de trabajar al frente de la Iglesia Católica. Esto deja entrever, además, un cambio notable de estilo.
Esta mudanza no solo es física, sino simbólica: se puede interpretar como un retorno a los valores tradicionales de la Iglesia y el Vaticano, en medio de las dudas acerca de si el papa León XIV seguirá el legado de Francisco o elegirá tener una postura más conservadora en ciertos tópicos.
El papa León XIV devuelve el lujo al Vaticano
Con la llegada de León XIV, también se puede presenciar el regreso de una parte del lujo al Vaticano. En referencia a la vestimenta, por ejemplo, el Santo Padre elegido en el Cónclave ha restituido algunos elementos tradicionales que reflejan el peso histórico de la institución religiosa.

Sin embargo, León también ha sorprendido a gran parte de la Iglesia luego de dictaminar una gratificación económica para todos los empleados del Vaticano, otra de las tradiciones que había sido dejada de lado por el papa Francisco.












